¿Saben qué recibió de Sanidad el responsable de presionar a una nefróloga para que no ocupara la plaza que le correspondía en el Hospital General de Elche y pudiera hacerlo el enchufado de turno? Un tirón de orejas, y seguro que no sería por el fondo del asunto, sino por las formas que habían permitido que quedara constancia por escrito del asunto. Ella, que presentó una denuncia, por escrito, porque se estaban vulnerando sus derechos, está trabajando como especialista fuera de la Comunidad Valenciana. Desde octubre que presentó la queja documentada no se conoce que Sanidad haya abierto investigación alguna. Este caso en Elche sigue el mismo modus operandi que el del Clínico de Valencia, con lo que se demuestra que no se trata de algo puntual, sino habitual. ¿Política de colocación de la Conselleria de Sanidad? ¿Actuaciones inapropiadas de algunos jefes de servicio en algunos hospitales para mantener sus particulares reinos de taifas? Huele a podrido en la sanidad valenciana.
