Es sabido que una forma fantástica de tener más cultura es viajar. Por los fiordos noruegos vas en un tren turístico que te para en una cascada donde aparecen varias cantantes y se escucha una bonita canción de las montañas noruegas. Allí pensé que si hay algo turístico que no falla es una catarata, salto de agua o similar. Niágara con Marilyn, Iguazú, Salto del Ángel, Victoria con su Stanley y su Dr. Livingstone, supongo, o las menos conocidas como las cataratas del Hielo, las del Nilo azul, La Paz, etcétera.

Pero, ¿alguna ciudad tiene una catarata en su centro? No, que yo supiera. Alicante puede ser la primera, pensé. Con mi gente, en nuestra agencia, diseñamos una idea, un icono que sirviera para poner Alicante en el mundo como destino turístico. El lugar ideal: nuestra vieja y olvidada cantera junto al mar, con magníficas vistas de la bahía y el castillo.

Tenemos un mar increíble, una gente con un carácter amable, un clima único. Sin embargo, nos falta cultura a saco y para todos, tenemos una suerte política discutible en general y pasamos un poco de todo (valga la contradicción).

Hablo de crear un proyecto consensuado, de bajo coste y útil para todos los sectores productivos. Un lugar de encuentro que mejore la realidad, que cambie la percepción interna y externa de Alicante, que nos una con el orgullo que da poseer algo bueno.

Calculo que podría ser interesante construirlo a cambio de concesiones como restaurante, cafetería mirador, parking, concesión en el lago de barcas, maquetas de barcos teledirigidos, etcétera. La caída de agua estaría configurando un lago justo cerca de la parada del Tram que podría denominarse catarata o lago.

Y, evidentemente, tendría que ser sostenible y ser agua de mar mediante una estación de bombeo en la zona de la estación. Cambiaría su entorno y supondría una actuación en la Sangueta que está pidiendo hace tiempo.

Es una idea, su recepción por parte de todos creará su destino, sea la papelera o su puesta en valor, por lo menos ya está en las hemerotecas. Gracias.