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Mariola Sabuco

Que nadie se ciegue

El Consell anula las prácticas de alumnos de universidades privadas en los hospitales públicos y da sus argumentos: múltiples irregularidades. Entre ellas, que a los universitarios se les cobran las prácticas, que son gratuitas por hacerse en centros públicos, y que los tutores de los alumnos en las facultades privadas cobran por unas prácticas que en la mayoría de casos supervisan enfermeros y médicos funcionarios públicos y, por tanto, también gratuitamente. Si esto es así, es de agradecer que se regule y se evite, pero el Consell no debe cegarse entre lo público y lo privado, sobre todo en materia de formación universitaria. Como estamos en un Estado de derecho y se supone que hay igualdad de oportunidades, podríamos encontrarnos en un quirófano de un hospital público con un cirujano que haya estudiado en una universidad privada y sería más que aconsejable que haya tenido en su formación académica el mayor número de prácticas posible, porque de ello dependerá la calidad de la sanidad pública que se nos preste.

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