Hay que ver lo que da de sí repasar algunas hemerotecas, sobre todo si estas son referidas a los políticos, sus afirmaciones y, sobre todo, sus actos y lo que estos suelen representar en nuestra vida cotidiana. Lo bonitas que resultan ser sus palabras y propuestas y los resultados obtenidos después por las actuaciones que a renglón seguido toman.

Empezando por lo más cercano y conocido, he de referirme a un pleno en Orihuela, allá por noviembre de 2007 en el que se votaba la adjudicación de las basuras a la empresa Urbaser. Esta empresa obtuvo las mejores puntuaciones y por lo tanto debería habérsele concedido tal servicio. El grupo del Partido Popular de Orihuela decidió dejar desierto el concurso por unas dudas muy extrañas que incluso hicieron dudar a dos ediles del equipo de gobierno de entonces: Eva Ortiz y Araceli Vilella, estas mantuvieron un silencio absoluto en aquel pleno, en el que la oposición repartió argumentos de extraordinaria clarividencia, así como que todos los informes de los técnicos locales avalaban la adjudicación a la empresa Urbaser. Cuando llegó el momento en que un secretario -«amaestrado él»- les pidió el voto a ambas ediles, la edil Ortiz solicitó hacerle una pregunta, contestándole: «En la fase de votación no se puede preguntar nada»; y apostilló: «Si quería preguntar algo, debió hacerlo antes».

Volvió entonces el técnico a preguntar cuál era su sentido del voto y contestaron las dos ediles que «votaban que sí de acuerdo con el Partido Popular y porque el secretario no había hecho advertencia en el pleno de que era ilegal». Quedó claro entonces y para siempre que nadie del partido de Gobierno de entonces y en aquel pleno, le pidió al secretario municipal que certificara que el acuerdo que estaban tomando era legal o no.

Años después, un tribunal condenó, y aún está pendiente aquella condena, al Ayuntamiento de Orihuela; o sea, a todos sus vecinos, a un resarcimiento económico que anda ya cerca de los diez millones de euros. Después de estos méritos adquiridos por la señora Ortiz en su pueblo, ascendió hasta la escala europea donde habla de «ahorro inteligente» y «trabajo eficiente», y acuñó aquella famosa frase en la última campaña: «Solo de la mano del Partido Popular, la Comunidad Valenciana y España gana en Europa». Espero que no se refiera a la suya, a aquella mano que en aquel pleno se alzó para que un tribunal nos pida ahora diez millones de euros a los oriolanos.