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Constantes y sonantes

No han podido con su ilusión. Los integrantes del Club Taurino, «Amigos de Nimes», «Puerta Grande» y «Peña Pacorro» se han empeñado en crear y dar continuidad a una tradición taurina y alicantina a la par, y por mucho que se encuentren de bruces con el consistorio, van a seguir adelante con ese altruista y emocionante acto del pregón taurino. Y ya van por su séptima edición. No quiso el ayuntamiento hacer coincidir, como en las ocasiones anteriores, la actuación dominical de turno de la banda municipal en el entorno de Las Cigarreras para el acto. Se llegó a la estupidez de hacer público en febrero un acuerdo entre los miembros del tripartito gobernante en el que se dejaba por escrito que no se daría cobertura a actos religiosos (salvo unos pocos «con arraigo») ni taurinos por parte de la banda, para mayor gloria de Daniel Simón, de cuya concejalía depende, y oprobio del alcalde Echávarri, rendido a sus socios. Esa es la política para todos, según estos nuevos gobernantes que se autodenominan «de izquierda». En consecuencia, habrá de darse el evento en los jardines del Palacio de la Diputación el sábado 11 de junio a las ocho de la tarde. Presentado el concierto de la agrupación musical «SCD Carolinas» por José María Jericó, en el ecuador del acto tendrá lugar el mencionado pregón a cargo de José Miguel Soriano Luceno, abogado de la Fundación «Toro de Lidia». Seguirá sonando la música taurina, pues, gracias a la constancia de unos cuantos rebeldes con causa que sufren persecución por defender su libertad. Sí, señor.

Y es que desde Guanyar se sigue el también constante (y disonante) ataque furibundo contra la fiesta. Ya contamos la semana pasada el comunicado publicado desde la Concejalía de Juventud y Protección Animal posicionándose en contra de la feria taurina. A esta perogrullada hay que añadir un comentario en la red social Facebook de la titular, Marisol Moreno, poniendo en duda la profesionalidad de nuestra compañera Carolina Pascual. Puntualizaba La Roja el 12 de mayo en su cuenta oficial que en el artículo sobre la prohibición de la suelta tradicional de vaquillas en El Moralet, para la que se alegaba estrés en los animales, el veto se basaba en un informe de la muy ilustre y neutralísima «Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y contra el Maltrato Animal». Vamos, que objetivamente no era «Guanyar Alacant» quien prohibía, como rezaba el título de nuestra compañera, sino que la concejalía llegaba a esa decisión por el informe de marras, de veras imparcial y sin afán partidista alguno, de AVATMA. Y para desacreditarla (o ponerla en duda, cuanto menos) adjuntaba a la foto de la publicación en INFORMACIÓN un «tuit» donde Carolina mostraba su alegría por los carteles de la próxima feria de San Juan. Como si esto la convirtiera en una mala periodista o le restara profesionalidad. A uno le causa vergüenza ajena la bajeza política de algunos de estos nuevos gobernantes. Quizá habría que repasar el currículum de mi colega filóloga defensora de algunos animales y su adecuación al cargo que ocupa. Y también conocer cuánto costó del dinero de todos los alicantinos el foro animalista que montó en marzo para traer a «solventes» antitaurinos como el argentino Leonardo Anselmi o el fundador de la propia AVATMA, Enrique Zaldívar, con el único objetivo de que le vayan asesorando en los resquicios legales que debe tocar en ese intento de ahogar la afición de muchos miles de los ciudadanos a los que en teoría representa. «Lesbiana, feminista y animalista» era el resumen de su propuesta a las primarias de su partido. En fin...

También vienen sonando los ecos de San Isidro. Además de algún baile de corrales extraño, el ciclo está dejando una gran asistencia de público que para sí desearía el cónclave «Madrid, capital animal» financiado por su ayuntamiento. Y, además, varios nombres propios: Paco Ureña, que sale del ciclo como torero favorito del público venteño; Roca Rey, con un valor de puerta grande; la vergüenza y capacidad creadora de Alejandro Talavante (de los pocos de arriba que se salva) y la gloria de la salida a hombros para David Mora (gracias a un gran toro de Alcurrucén) tras un calvario que comenzó en ese mismo ruedo. Cuando su cogida, hace dos años, muchos de esos animalistas «new age» que se envalentonan en las redes se alegraron, como otros que han aplaudido bajo el parapeto del anonimato la muerte de Renatto Motta o el infortunio de «El Pana». Incluso alguna persona de las citadas en este artículo también deseó (con su sin igual sentido del humor) poner una bomba en un tendido. Lejos de desearles a esas pobres almas nada malo, quizá haya que procurar que alguien cercano les dé un abrazo sincero. Quien tiene sentimientos tan mezquinos hacia sus semejantes mientras se derrite en cuidados con su mascota, es que necesita cariño y una mano que le ayude. Aquí estamos para lo que necesiten.

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