Esta semana se ha cumplido un año desde las pasadas elecciones municipales y de la formación del gobierno tripartito, el segundo en lo que llevamos de año para la ciudad de Elche.

Como grupo mayoritario en la actual corporación municipal debemos hacer una valoración de lo ocurrido en este tiempo, en estos doce meses donde encontramos una ciudad paralizada en cuanto a proyectos, con un gobierno sólo preocupado por la contratación de amigos y asesores, un municipio más sucio, más oscuro y sin una hoja de ruta establecida.

En definitiva, han sido unos meses de retroceso y de falta de iniciativas, algo que perjudica directamente a todos los ilicitanos.

Hagamos memoria. El inicio de legislatura estuvo marcado por un tripartito compuesto por Psoe, Compromís e Ilicitanos por Elche. Esta unión se caracterizó por los continuos ataques, acusaciones y traiciones que acabaron con la expulsión del tripartito de Ilicitanos por Elche meses después. Pero en mitad de esta situación saltó a la luz la dimisión-abandono-renuncia de la concejal Purificación Vives, por el hecho de que dictaba ordenes de cierre de negocios en su concejalía por presuntas irregularidades al mismo tiempo que no actuaba de igual forma en negocios de familiares con las mismas deficiencias de los que cerraba, y ello reconocido públicamente. Todo muy coherente. Tras estos escándalos llegó la elección de pedáneos de forma directa por los vecinos de las pedanías, cuestión que desde el Partido Popular compartíamos en el fondo pero no la forma. En esa situación, el alcalde mediante «decretazo» y saltándose la ley convirtió la elección en un acto ilegal tal y como advirtió la Subdelegación de Gobierno antes de realizarse, y de la que se hizo caso omiso. Una acción más irregular de este gobierno.

Sin embargo, la gran mentira de este tripartito a todos los ciudadanos de Elche llegó con el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y la subida por ende de los impuestos. La contribución urbana tenía una bajada aprobada por el gobierno de España del 10 por ciento que se debía aplicar directamente en el recibo de este año 2016. Pero los partidos de izquierdas tenían otros planes para Elche: se aprobó una subida del IBI para todos los hogares ilicitanos del 7 por ciento. Mentiras y más mentiras eran las protagonistas de esos meses de gobierno, cuando prometieron la bajada de los mismos.

Durante todo el año pasado y parte de este, los únicos proyectos o iniciativas que se promovían en la ciudad provenían de la herencia recibida del Partido Popular en la pasada legislatura. Ejemplo de ello fue el inicio de la rehabilitación del hotel de Arenales del Sol, las obras que continuaban en el barrio de San Antón o la inauguración del tan reclamado centro social de Peña de las Águilas. Pero aún hay más. Elche se quedó bajo mínimos en cuanto a asistencia sanitaria rompiendo un contrato con DYA y contratando de una forma totalmente irregular a una empresa de ambulancias que facturó más del doble de lo estipulado. Un verdadero escándalo. Uno más de los que nos tienen acostumbrados.

Con los primeros presupuestos para 2016 volvimos a comprobar cuál es el verdadero propósito del tripartito: gastar el dinero de las arcas municipales sin importarles nada más. Disponían de un ayuntamiento saneado con la menor deuda municipal que se recuerda desde hace años gracias a la gestión anterior y curiosamente el capítulo que más aumenta en los presupuestos es el de personal. Cero inversiones de calado para Elche, cero proyectos, cero iniciativas. Eso sí, en la actualidad el equipo de gobierno dispone de 19 asesores así como 6 nuevos coordinadores de área, y los que quedan por venir.

Realmente resulta agotador relatar todas las irregularidades del tripartito. En la actualidad Elche cuenta con una nueva composición en su equipo de gobierno a la que se unió el Partido de Elche. Ahora gobiernan en minoría pero con los mismos propósitos: conseguir la paralización absoluta del municipio. Y lo peor de todo es que lo están consiguiendo.

En definitiva, la nueva política de la que tanto se hablaba está llena de palabras vacías, de gestos que no aportan nada para los ciudadanos, de falta de consenso y de muy poca transparencia. El retroceso que vive Elche se puede ver en la falta de iniciativa con el Mercado Central o en el barrio de San Antón, han eliminado una inversión importante en materia de eficiencia energética, han abandonado Museo de Pusol abocándolo a su cierre, el centro de nuestra ciudad se muere? Aún quedan tres años por delante, un tiempo en el que el grupo Municipal del Partido Popular seguirá fiscalizando cada uno de los pasos de este tripartito con el único objetivo de ofrecerle lo mejor a todos los ciudadanos de Elche. La nueva política que prometían para Elche está llena de pocos propósitos, de cero proyectos y de ninguna intención por hacer que los ilicitanos tengan un lugar mejor donde vivir.