Constituyen una maravillosa legión de amantes del tiempo y clima. Una genial legión de buena gente, que dedica horas y horas de su tiempo a recoger datos meteorológicos y a ofrecerlos a todo el mundo a través de la web. Son los aficionados a la meteorología que, afortunadamente, forman un grupo cada vez mayor en los últimos años en toda España y que nos permiten tener una visión casi inmediata de lo que está aconteciendo en la atmósfera en un lugar concreto.

En España existen, como sabemos, organismos meteorológicos que recopilan datos del tiempo atmosférico a diario, además de llevar a cabo la difícil misión de preparar pronósticos del tiempo que cada vez son más detallados y acertados. AEMET es la referencia estatal en materia de predicción meteorológica y dispone, además, de una extensa red de observatorios en todo el territorio español que recogen datos de las diferentes variables atmosféricas. Hay, además, organismos meteorológicos autonómicos (Cataluña, País Vasco, Galicia) que se han ido creando en los últimos años y que completan de forma magistral, en la escala regional, las labores meteorológicas que se llevan a cabo en nuestro país. Una y otras forman redes oficiales de registros meteorológicos. Pero, junto a los organismos oficiales está la labor de los aficionados a la meteorología. Gente anónima que no está integrada en las redes oficiales de recopilación de registros atmosféricos, gracias a la cual se ha completado una tupida red de observación meteorológica permitiendo la mejora de los estudios e investigaciones climáticas en nuestro país. Meteoclimatic es, tal vez, el portal de referencia de los aficionados a la meteorología en nuestro país. De enorme interés es también el foro de aficionados a la meteorología de Meteored, que contiene un abanico amplio de temas de debate y opinión sobre la cuestión, e incluso ha creado una revista propia. Muy especial, dentro del mundo de la afición meteorológica en nuestro país, es el foro Cazatormentas, donde los amantes de los fenómenos extremos se juegan literalmente su integridad para informar sobre este tipo de episodios y ofrecer unas magníficas fotografías sobre los mismos que se pueden consultar en su página web. Y así muchos más grupos de aficionados distribuidos por todo el territorio español.

Es cierto que en algunas regiones esa afición está arraigada desde hace muchas décadas. En efecto, en la fachada mediterránea española la tradición de tomar datos del tiempo se remonta incluso a finales del siglo XIX y en algunos casos se mantiene desde entonces (por ejemplo en Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares). Un buen ejemplo de ello lo constituyó la llamada Federación Agraria de Levante que fue muy activa en las primeras décadas del siglo XX y consolidó una de las mejores redes agro-meteorológicas de observación de nuestro país.

En la provincia de Alicante hay una gran afición a la meteorología y climatología. Disponemos de uno de los observatorios meteorológicos más antiguos de España, el de la propia ciudad de Alicante que tiene registros desde el año 1855. Y hay observatorios provinciales cuyas series de datos se remontan a las primeras décadas del siglo XX (Torrevieja, Elche, Alcoi). Esto explica que, en la actualidad, Alicante sea una de las provincias españolas donde más número de aficionados al tiempo y clima hay en toda España.

Desde hace unos años celebramos en Beniarrés un encuentro en primavera de aficionados de la provincia de Alicante, al que acuden también aficionados de las provincias hermanas de Valencia y Murcia. La elección del lugar de la reunión no se produce al azar; tiene su razón de ser. Beniarrés es el único municipio de nuestro país que tiene un Museo del Clima como oferta cultural y de divulgación científica. Es fruto del empeño afortunado de su alcalde, Luis Tomás, gran aficionado a la meteorología que tuvo la feliz idea de montar un equipamiento que perdurara en el tiempo y que situara a la localidad de Beniarrés en el mapa nacional de la afición a la meteorología. Por allí han pasado, como conferenciantes, científicos de primer nivel y divulgadores científicos del tiempo y clima que, de forma desinteresada, han ido convirtiendo este encuentro anual en una referencia básica para todos los aficionados a la meteorología de nuestro país.

Allí confluye toda la buena gente que forma este grupo de aficionados organizados en diversas asociaciones y foros (AVAMET, AMETSE, ACIF) que colaboran, en un magnífico ambiente de cooperación y ayuda mutua, para que cada vez se pueda disponer de un número mayor de datos meteorológicos que permitan mejorar los estudios atmosféricos y climáticos de escala regional y local. Y este encuentro primaveral en Beniarrés es sólo una muestra de las múltiples actividades que estos grupos organizan al cabo del año, con escasos medios pero enorme ilusión.

Debemos sentirnos orgullos de la existencia de estos grupos -cada vez más numerosos- de aficionados a la meteorología que llevan a cabo un trabajo impagable. Han sido avanzadilla de los avances en la información y comunicación meteorológica ocurridos en nuestro país en los últimos años. Y son una pieza muy importante para el desarrollo de la investigación atmosférica y climática de nuestro territorio. Gracias por estar ahí.