Hace un año, con argumentos técnicos, el anterior conseller de Sanidad, Manuel Llombart, nos engañó. Su conselleria concentró las operaciones quirúrgicas de niños menores de 15 años de toda la provincia en el Hospital General. Se aseguró que esto permitiría adquirir más experiencia en operaciones infantiles y, con ello, mayor destreza a los cirujanos; concentrar los recursos para que la atención fuera la mejor posible y aprovechar la inversión en tecnología en un punto acreditado de la provincia de Alicante. El sentido común no aconsejaba criticar esta decisión y nadie lo hizo. Un año después, la realidad nos muestra que el sistema no ha funcionado. Donde no había lista de espera, se ha creado una de 550 niños pendientes de una operación que por no requerir de ingreso no deja de ser importante. Los recursos y la inversión se concentraron en un hospital, pero no se da un servicio mejor. Tener a menores de 15 años esperando a ser intervenidos seis meses de media no es algo que se pueda presentar como un mejora.
