Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pan para hoy y hambre para mañana

En Mugello nueva victoria de Jorge Lorenzo -la numero 65 de su carrera deportiva- y en territorio hostil, lo cual tiene mucho más mérito. No hace falta ser ningún experto en motociclismo para ver que el mallorquín es piloto más en forma en los dos últimos años. Su mayor mérito radica en que ha puesto nervioso, ni más ni menos, que al mismísimo Valentino Rossi, no por sus bravuconadas verbales sino por su actuación en la pista. Y lograr esto con el divo italiano es algo que está al alcance de muy pocos.

Por su edad -29 años recién cumplidos- a los aficionados al buen motociclismo nos quedan como mínimo tres o cuatro temporadas de un Lorenzo al máximo nivel. Independientemente de Rossi (37 años) quien es lógico que por imperativos de edad su rendimiento vaya en declive, el único que de momento está en condiciones de cuestionar la supremacía del mallorquín es Marc Márquez (23 años). De hecho, yo me atrevería a afirmar que el catalán está a su nivel y a poco que se mejore su Honda volverá a ganar carreras. Por atrás, viniendo apretando fuerte otro español, Maverick Viñales (21 años) quien tras su paso la próxima temporada de Suzuki a Yamaha va a ser candidato a la victoria en todos los GP.

Como podemos observar, el futuro en la categoría reina es de claro color español. Ahora bien, la pregunta del millón es si ¿es bueno para el motociclismo como deporte este dominio? De los ocho primeros clasificados en la categoría reina, siete son españoles y esto hace que fuera de nuestras fronteras se nos mire por encima del hombro y que la audiencia televisiva y la asistencia de espectadores a los circuitos esté cayendo en picado fuera de nuestras fronteras. A todos nos gustan los triunfos de los deportistas de nuestro país y vibramos con ellos, pero los mismos deberían servirnos de reflexión, pues no es normal que en un deporte que arrastra multitudes, la mayor parte jóvenes, entre los patrocinadores, al contrario de lo que ocurre en F1, no aparezca ninguna gran multinacional. Aquí los dos grandes equipos subsisten gracias a la aportación económico de MoviStar y Repsol, y los otros dos equipos de fábrica, Ducati y Suzuki, carecen de patrocinador principal. Esto a medio y largo plazo no es nada bueno para el deporte motociclista. Sin ser agoreros, puede ser pan para hoy y hambre para mañana.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats