No he llegado a conocer la época del «Examen de Estado», en que profesores venidos de Alicante componían una hilera con varias mesas, por las que los alumnos iban pasando. Uno examinaba de filosofía, el siguiente de latín, el tercero de lengua española... y así sucesivamente. Eran los tiempos en que el Pare Vitòria, segundo instituto de la provincia, era sección delegada del Jorge Juan. Como Jordi Botella, sí viví la época de los setenta, con don José Luis Colomer, doña Victoria, don José Boluda, don Miguel Jorge Albors y muchos más, a los que era complicado rascar un aprobado. En lo demás no tanto, pero como le pasó a Botella, en la universidad el latín fue casi coser y cantar... Por lo que se ve, las cosas no han cambiado con el paso de las décadas. Por suerte.
