La aparición de los llamados Papeles de Panamá ha vuelto a poner de actualidad el tema de los «paraísos fiscales». La también reciente publicación de la llamada «lista Falciani», los casos de Andorra con Pujol y tantos otros o los listados de ilustres patriotas que aparecen en Gibraltar, Jersey u otros territorios dan idea del volumen de evasión fiscal del que se puede estar hablando.

Es verdad que la filtración de lo de Panamá es tremenda. Y eso que es de un solo despacho de abogados de allí. Si esto se generaliza, que debería, faltarán periódicos para publicar nombres pero, en cambio, tendremos más recursos fiscales para invertirlos bien en beneficio de todos. Sólo de ese despacho se ha filtrado la existencia de 11.500.000 documentos y afectan a 214.000 sociedades opacas que allí operan. De ellas, curiosamente, hay 27 del País Valencià y 17 de ellas en Alicante. Y eso que somos «la millor terreta del món» pero se ve que, a efectos fiscales, las hay mejores.

La lucha contra la evasión fiscal y la existencia de estos «paraísos» es una cuestión pendiente en nuestro país y en casi todo el mundo. Viendo la relación de afectados que aparecen en los listados se entiende mejor. Aunque casi todos tienen testaferros, maridos, mujeres, secretarios, conocidos y «arrimados» para no aparecer directamente, es evidente quién está detrás de gran parte de ellos. Aun así se han concretado más de 140 políticos o altos cargos.

¿Cómo se puede esperar de altos dirigentes que nos recuerdan, constantemente, que debemos cumplir con nuestras obligaciones fiscales y que hay que ayudar a la patria para que progrese, a que legislen para evitar el fraude fiscal si buena parte de ellos después de soltar el discurso o de exhibir verbalmente su patriotismo, lo primero que hacen es consultar cómo van sus inversiones en paraísos fiscales?

Si lo del ministro Soria fue patético, lo del exministro Cañete lo empeoró. Casi acaba diciendo que no conocía a su mujer con tal de desligarse de lo de Panamá. Y ahí sigue de comisario de la UE, como si nada. Menuda lucha contra la evasión fiscal va a encabezar. Mejor que lo nombren embajador en Panamá y así se ahorraría en teléfono.

Si a nivel político la consigna es mirar hacia otro lado y si te descubren decir que no recuerdas nada, que tu firma no está (para eso están los testaferros) o que es un tema de familia que no te afecta, a nivel de las grandes empresas del Ibex-35 aún está peor. Según Oxfam Internacional y el Observatorio de RSC, desde 2011 han duplicado el número de sus filiales en «paraísos fiscales». A finales de 2014, último año conocido, tenían 891 sociedades en estos territorios. Llama la atención porque buena parte de ellas anunciaron que, para colaborar con la lucha contra la evasión fiscal y el blanqueo de dinero iban a restringir sus actividades en ellos. Ya se sabe que del dicho al hecho?

Y, curiosamente, gran parte de estas empresas del Ibex -35 que tienen allí tantas sociedades son bancos españoles. Sí, esos bancos a los que tan alegremente hemos facilitado sus balances con dinero público para que no haya pérdidas privadas. Las puertas giratorias con el gran capital deben estar bien engrasadas para que no chirríen y llamen la atención.

Precisamente uno de esos bancos, el BBVA proponía esta semana vincular la duración del cobro de la prestación de desempleo a la evolución de la economía para así «incentivar la búsqueda de ocupación». Que se lo expliquen, entre otros, a los parados mayores de 45 años que, en la provincia de Alicante eran, en 2007 el 23,1% del total y ahora ya suponen, según la EPA, el 40,2%, según ha publicado INFORMACIÓN esta semana. Y ya veremos si algún día encuentran trabajo, y si se pueden jubilar, y eso que todo lo que ganan con sus prestaciones, el que las tiene, se cotiza y bien cotizado para que otros puedan evadir sus capitales. Vivir para ver.