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Reconocimiento a Emilio Varela

La Diputación se hace eco, con el nombramiento de hijo predilecto de la provincia a Emilio Varela, de un deseo ampliamente expresado no solo por la familia Varela, también por los artistas y la cultura de Alicante, que demandan este reconocimiento. El acto se celebró en el salón principal ante un pequeña muestra de sus obras, cedidas por la Fundación Sabadell, Fundación Caja Mediterráneo, Diputación y la familia. Muestra en la que se observan algunas de las diferentes etapas de una trayectoria excepcional, y constata la importancia de su pintura, a la altura de artistas que en ese momento en España, y en el mundo, estaban trabajando sobre el paisaje, el bodegón, la figura, el retrato, con el conocimiento implícito de los desarrollos del expresionismo, el cubismo, llegando casi a la abstracción.

Las instituciones alicantinas poseen parte de las obras del artista. La reunión de estas en un solo acto debería auspiciar un acuerdo para llevar su obra a donde se merece, a su reconocimiento como uno de los mejores pintores españoles de la primera mitad del XX. Alicante ha descuidado este deber para con sus autores durante años. La reivindicación de nuestros artistas, no solamente plásticos, también literatos, músicos, ha quedado relegada ante una perentoria necesidad de ponerse al día, aunque en la actualidad no tenemos citas culturales de resonancia nacional. No se ha valorado el importante trabajo que nuestros autores realizaron en esos años de posguerra, en los que era tan difícil ser moderno, ser artista. Y Varela lo fue, desde sus inicios. En sus autorretratos apreciamos su constante y sistemática reflexión sobre los diferentes caminos que el arte estaba realizando en esa etapa de la historia. Varela dentro de un contexto, Alicante, en el que no podía ser tan radical, sí tocó todos los hitos en los que se estaban debatiendo pintores, músicos, escritores y poetas. Porque su pintura está ahí, en el centro de la experimentación, siendo esencial para entender los caminos presentes en la investigación pictórica. Su obra ha sido reconocida por algunos de los más respetados críticos del momento, como Sánchez Camargo, y posteriormente como Juan Manuel Bonet, quien dispuso su exposición en el Reina Sofía, aunque, a falta de firmar el presupuesto, fue una de las que cayeron con la renovación de la dirección del museo.

Alicante podría estar en el mundo de la cultura a través del nombre y la obra de Emilio Varela. Su compromiso con el arte fue tan fuerte que empeñó toda su vida en ello, anteponiendo el rigor y la calidad de la obra a cualquier otra necesidad de supervivencia.

Un merecido homenaje sin duda, después de 65 años de su fallecimiento, con el que se reivindica aunque sea tardíamente una trayectoria singular de la que el arte de Alicante es absolutamente deudor.

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