Sábado, 11 de la mañana. Mi compañera Beatriz Rico llama por teléfono al alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, para preguntarle por la concejala de su partido Gloria Vara. Resulta que la Esperanza Aguirre alicantina se enfrentó a un policía local por multarle tras estacionar mal su vehículo en un carril de circulación en el centro de la ciudad. El «pollo» que ha montado la concejal es monumental, que se sorprendió de que el agente la tratara «como a una delincuente pidiéndome el DNI». Bueno, pues el alcalde, socialista, entiende que el sábado por la mañana no es un buen momento para dar explicaciones y espetó a la periodista: «Hoy es sábado, creo que en el periódico sabéis que tengo mujer e hijos ¿no?». Olé y olé con el representante del Partido Socialista Obrero Español, que a veces se les olvida a algunos lo que significan las siglas. Yo también tengo marido, y dos hijos, y aquí estoy, un sábado, trabajando. Pero usted, alcalde, es muy selectivo y no tiene tiempo para dar su opinión sobre el comportamiento de su concejala, pero en cambio sí que se va a ver al Hércules en el Rico Pérez, previa marcha con la afición por las calles de la ciudad, y también se va a la elección de la Bellea del Foc. Y tampoco tuvo problema para irse un fin de semana a Goteborg con las Hogueras. Pues nada, perdone usted por molestarle, pero si quiere trabajar ocho horas al día y no dar explicaciones a la sociedad, métase a funcionario. No recibirá llamadas del trabajo un sábado, eso seguro.
