Al profesorado y a los alumnos y alumnas del Centro de Turismo (CdT) de Alicante, que a través de las disciplinas que imparten realizan una labor educativa e integradora siendo un ejemplo de respeto a la igualdad, la diversidad y de enriquecimiento mutuo.

Un libro editado por la editorial Almadraba asegura que en España el paro es provocado por las mujeres e inmigrantes, y este texto, rotundo, es utilizado por alumnado de 16 y 17 años de 1º de Bachillerato en comunidades autónomas (Galicia, Andalucía o Murcia). Ante la Educación de la Ciudadanía, en su momento, el Partido Popular y el Obispado no dudó en decir que se intentaba adoctrinar al alumnado. El PP se apresuró a derogar esta asignatura y sería necesario que un nuevo Gobierno la recupere.

Este libro asegura que el paro se debe a la incorporación de la mujer al mundo laboral, que tanto en España como en otros muchos países, ha significado una verdadera revolución; según las estadísticas, por otra parte, las mujeres en paro es el 22% y la de hombres el 19,4%, y conviene recordar que las mujeres ocupan muchos puestos de trabajo peor remunerados y en peores condiciones de trabajo. En cuanto a los inmigrantes ocupan el 10% de los puestos de trabajo, su presencia, cuando la «burbuja», jugaron un papel importante, y como en el caso de las mujeres, ocupan los peores puestos. Mujeres y extranjeros, en general, son la clase obrera de segunda.

El libro de Almadraba va más allá, es todo un programa económico neoliberal. El paro se podría resolver o al menos disminuir, pero la rigidez de los salarios, la existencia de un salario mínimo, la protección de los parados y la acción de los sindicatos, lo impiden. En cuanto a los parados el 70% no percibe prestación alguna.

El modelo que propone la editorial Almadraba es acceder al trabajo en las condiciones que soportan, por ejemplo, los trabajadores chinos. Es intolerable que se adoctrine a los jóvenes con libros como este. Las autoridades educativas deberían prohibir que textos así se estudien en las aulas. Los docentes tendrían que oponerse a utilizar textos que se pueden calificar de propaganda en favor de salarios raquíticos, anulación de los derechos más elementales, textos que niegan los derechos que figuran en la Constitución de 1978.