Es conocido el papel importante que el padre juega en la familia, o sea, en la mujer y en los hijos. Pero hoy vamos a fijarnos en la función del padre en relación con los hijos. Ante todo, la figura del padre es clave para la estabilidad interior de los hijos. El padre da a los hijos protección y seguridad, y complementa la función de la madre en relación con los hijos. Esto se comprende fácilmente en cuanto el padre se ausenta de la casa. Los niños sienten ansiedad e inseguridad.

Los valores propios de la paternidad son fundamentales para la seguridad interior de los hijos: pero ate los cambios culturales que se están produciendo en la sociedad, concretamente en la familia, los padres deben esforzarse por adaptarse, lo mejor posible, a estos cambios culturales que se producen en la sociedad, para conservar el cariño, las muestras de afecto y la fácil comunicación con los hijos y, naturalmente, con la mujer.

En las jornadas celebradas en el Instituto CEU de Estudios de la Familia, en el pasado mes de marzo, se insistió en la formación que debe darse a los novios sobre su función decisiva en la familia, cuando reciban el matrimonio. El padre es auténtica clave para la estabilidad de los hijos, e incluso de toda la familia. Así se dijo textualmente: «Los varones se forman para tomar conciencia de la importancia que tiene el que ejerza, en familia, los valores propios de la paternidad, que son necesarios tanto para los hijos como para la esposa».

Tenemos la convicción de que este papel importante del padre en la seguridad interior y en la afectividad de los hijos debe prepararse ya en la fase del noviazgo para ponerla en práctica en el matrimonio, ya casados.