En ocasiones nos hemos referido a que los que han propiciado el diseño actual de la ciudad de Alicante han pensado poco en los peatones y, en ocasiones, parece no se ha contado con su existencia cuando se ha planificado la movilidad, que ha dado una preferencia total al automóvil a cuyo servicio está la mayoría del espacio viario y, sobre todo, la red semafórica.

Entendemos que, por esa cultura local sobre la movilidad, el tema de peatonalización no es tratado con demasiado énfasis por el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Alicante (PMUS), aunque hace alguna referencia a la zona centro en materia de peatonalización.

Nos ha llamado la atención el hecho de que en el PMUS no se haga ninguna referencia a la calle Castaños, ni en el «Documento de Análisis y Diagnóstico-Memoria» ni en el «Documento de Líneas Estratégicas y Propuestas de Actuación-Memoria»: es como si no existiera. Sin embargo, la calle Castaños, además de ser paradigmática desde el punto de vista del ocio, es una de las pocas vías que hay en Alicante con un avanzado estado de peatonalización que se completaría con el tratamiento correspondiente al tramo que une la calle Médico Pascual Pérez y con la avenida Alfonso el Sabio.

Hace un tiempo, desde este mismo medio nos referimos al estado del tramo de la calle Castaños, limítrofe al Teatro Principal, entre la calle del Teatro y la calle del Médico Pascual Pérez. En este espacio, en el centro de la calzada, se sitúan varios espacios rectangulares, rematados con angulares metálicos, en los que languidecen de manera irregular algunos setos, cuyas calvas se encuentran rellenas con albero. Y nos preguntábamos por qué este tramo estaba en estas condiciones. Pues bien, hemos averiguado de diversas fuentes que el tratamiento de los setos y el albero son para impedir que ese espacio sea ocupado por veladores como el resto de la calle. De ser cierta esta justificación, para el uso que se está dando a ese espacio, podrían haberse ahorrado el dinero gastado en estas obras, para lo cual hubiese bastado con poner una señal de prohibición de paso (200 €) o tres o cuatro bolardos, a lo que tan aficionados son nuestros urbanistas.

Esta perversión de poner un obstáculo en una calle peatonal para que no se pongan mesas no se le ocurre ni al que asó la manteca. Una calle peatonal es aquella que está disponible preferentemente para el uso de los peatones, lo que no implica que esta calle tenga que ser ocupada necesariamente por veladores. Creo que todos podemos imaginar un espacio con una calzada sin ningún tipo de obstáculo, sobre la cual los peatones pueden moverse sin tropezar con una mesa. En todo caso, para este tramo de la calle Castaños, la no autorización de veladores estaría plenamente justificada desde el momento en que confluyen en el mismo las salidas de emergencia del Teatro Principal.

En la zona centro, en el PMUS, se propone la peatonalización de la avenida de la Constitución con el objeto de comunicar peatonalmente el Mercado Municipal con la Explanada. Ante esta propuesta, cabe preguntarnos, si se va a peatonalizar la avenida de la Constitución y por deducción la calle Bailén para el acceso peatonal, ¿por dónde pueden acceder las líneas de transporte público que rinden viaje en la Explanada?

Si lo que se pretende es comunicar el Mercado Municipal con la Explanada hay otra alternativa, más sencilla y más barata, que es peatonalizar el tramo de la calle Castaños entre la calle Médico Pascual Pérez y la avenida Alfonso el Sabio, que tiene una longitud inferior a doscientos metros, y que sirve únicamente para atender los tráficos del bucle Médico Pascual Pérez-Castaños-Alfonso el Sabio-avenida de la Constitución-Médico Pascual Pérez, donde algunos automovilistas patrullan en búsqueda de una plaza de aparcamiento en la zona naranja.

Está claro que este último tramo de Castaños no resuelve ningún problema de tráfico, solamente sirve de aparcamiento para 10 o 12 vehículos en zona naranja y una docena de plazas para el estacionamiento de motos; el único inconveniente es que tiene tres vados de garaje, cuyo problema de acceso se resolvería permitiendo el paso únicamente a los usuarios o residente autorizados, porque una calle peatonal también se puede compartir con el tránsito de vehículos ocasionales.

De esta forma tendríamos resuelto de manera sencilla la comunicación peatonal entre el Mercado Municipal y la Explanada sin entrar en unas obras, sin duda costosas, en el eje Constitución-Bailén, espacio que, por otra parte, ha sido recientemente urbanizado.

En tiempos de crisis y de restricciones presupuestarias, también se pueden tomar medidas favorecedoras de la movilidad peatonal sin incurrir en grandes gastos.