Quando se perciben las inmediaciones de Elche, y en ellas aquel bosque de olivos, precedidos de tanto campo cultivado; quando en el centro de los olivos se ve aquella multitud de empinadas palmas que ocultan los edificios, y parte de las torres y cúpulas de la villa mas populosa del reyno, es tanta la sorpresa, tan dulce la sensación, que el espectador desea llegar á aquel nuevo país para conocer á fondo su valor, su hermosura, sus producciones y habitantes, digno todo de ser descrito con exactitud?». Esta es parte de la descripción de Valérie, la condesa de Gasparín, a su entrada a Elche desde Alicante en la mañana del 21 de abril de 1866. Con este relato podéis cerrar los ojos y viajar en el tiempo por Elche de mediados del siglo XIX y disfrutar de la dulce sensación que cautivó a la suiza condesa.

Desde hace décadas Elche ha sido una ciudad de destino turístico por su singularidad, compartiendo nuestro patrimonio natural, gastronómico, cultural, inmaterial, arqueológico... Pero volviendo a las palabras de la condesa, cuya sensación de asombro y descubrimiento es palpable en el texto, yo me pregunto, ¿esas vivencias son las que disfrutan los turistas de hoy que visitan por primera vez nuestra ciudad? ¿Cuál es el objetivo que queremos que se lleven de nuestro paisaje cultural? ¿Valor? ¿Hermosura? ¿Producción? ¿Habitantes? ¿Todas juntas? Repitiendo las palabras de la condesa de Gasparín a su paso por la ciudad, hoy me sirven para compartir la reflexión que personas como Vicent, Loli, Pablo, Paco, Andreu, Diana, José Antonio, Jordi, Fernando, Miguel Ángel, Livia, Jaime, Francis, Paquita, Toñi, Salva y muchos más? consolidamos día a día el interés por dar a conocer y proteger nuestro palmeral ilicitano. Si las personas que vivimos en estos entornos patrimoniales los amamos, los mimamos, los cuidamos y los protegemos, estamos realizando una tarea fundamentalmente educadora. Ahora bien, ¿por dónde tenemos que empezar, por los turistas o por nosotros mismos?

¿Cómo podemos concienciar y educar a los ciudadanos que tienen un patrimonio singular, inigualable, único y enseñarles que de ellos depende en gran medida la transmisión a futuras generaciones y su potencial turístico?

Entre los objetivos de Volem Palmerar se incluye el de ofrecer a los ciudadanos conocimientos que ayuden a construir sus criterios, a conocer su entorno, a valorar sus señas identitarias. Se necesita, por tanto, acometer acciones conjuntas con la Administración local, provincial, autonómica y estatal, desarrollando proyectos que sirvan de marco de actuación a un conjunto amplio de sitio o bienes, para que favorezcan la conservación, la protección, la difusión y el conocimiento; para que se planteen soluciones y fórmulas que contribuyan a mejorar la sostenibilidad y las capacidades de gestión del patrimonio, como también fomentar la función social del patrimonio cultural. Es decir, patrimonio gestionado para la sociedad, por su valor.

Pero la labor entusiasta de un grupo de personas, como las que componemos la asociación cívica Volem Palmerar, es insuficiente. Se necesita mayor implicación de las instituciones públicas y muy especialmente del Ayuntamiento de Elche. Es fundamental que se transmita esta información y estos conocimientos a toda la población en general y muy especialmente entre los escolares ilicitanos. El Palmeral d'Elx es un patrimonio social, pertenece a todos, aun cuando cada huerto, elemento arqueológico o monumento? tenga su propietario individualizable.

El Palmeral d'Elx en su conjunto es un valor patrimonial colectivo ya que es una categoría histórica heredada. Por todo ello, el patrimonio está vivo, si antes eran huertos fértiles que servían como medio de sustento a la población, ahora deben convertirse en espacios sostenibles, de acuerdo siempre con los valores y principios reconocidos por la Unesco. Las alternativas pueden ser desde la creación de rutas a través de las infraestructuras hidráulicas que aúnan lo rural y lo urbano u opciones al cultivo tradicional del Palmeral, o la renovación y habilitación de espacios culturales donde promover la gastronomía tradicional, los productos locales y la denominación de origen.

(*) Firman asimismo este artículo Lola Asencio Aznar y Pablo Fernández Seiler(miembros también del Grupo de Promoción de Volem Palmerar)