He de reconocer mi alegría en el hecho de que después de casi nueve meses hayamos conseguido el primer gran acuerdo consensual en la Diputación. Desde Compromís celebramos como un éxito compartido el modelo de reparto del remanente de presupuesto que hemos acordado con el PP y PSPV en la Junta de Portavoces de la Diputación de Alicante. El acuerdo es un avance en el camino hacia una redistribución económica equitativa hecha desde la proximidad que permite el trabajo en el ámbito local: el municipalismo -columna vertebral de Compromís- es el primer conocedor de las necesidades ciudadanas y, por ello, su mejor gestor. Y esto es algo transversal a los partidos.

Entendemos también que sólo es el primer paso en el camino hacia la superación de dinámicas clientelares y partidistas, por la democratización de los recursos públicos. Esgrime al fin y al cabo mayor legitimidad un gobierno municipal -consecuencia de su elección directa en las urnas- que la representación en la Diputación: el nuevo modelo permite la planificación de un trabajo local a medio plazo a partir de la obtención (en base a criterios tributarios objetivos) de unos recursos, hasta hoy, inalcanzables. El carácter redistributivo del modelo -que traslada recursos de localidades mayores a menores- cumple con la tarea de la Diputación de ser apoyo para con los municipios; queda reservado también una parte del presupuesto para proyectos que incentiven dinámicas de sostenibilidad y cooperación.

Damos un paso entonces y seguimos caminando hacia una Diputación que, en coordinación con otras instituciones, trabaje en pro del bienestar ciudadano. Una Diputación que sirva un apoyo técnico y jurídico a municipios y mancomunidades, no un contrapeso político a instituciones democráticas como ha venido siendo hasta ahora.

Seguiremos repensando el papel de la Diputación con la negociación de presupuestos este otoño y la reforma prevista de la Ley Autonómica de Régimen Local y las mancomunidades a lo largo del próximo año, según consta en el Acord del Botànic. Construyendo política de abajo arriba. En Compromís lo tenemos clarísimo: se ha acabado el besamanos tradicional para conseguir subvenciones, hay que devolver el protagonismo a nuestros alcaldes y alcaldesas. Esto sólo acaba de empezar.