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Francisco José Benito

Vuelva usted el «finde»

Ni guía de habla inglesa, ni audioguías en la lengua de Shakespeare porque se rompieron hace meses, sin posibilidad de que a la primera te dieran el folleto en tu idioma y, por último, de visitar los sótanos del museo olvídense, ni aun pagando los seis euros que cuesta el acceso porque sólo se abren los sábados. Este es el escenario que se encuentran los turistas que visitan el Museo Arqueológico Provincial un día cualquiera de la semana, salvo sábado y domingo, si los turistas acceden al celebrado recinto sin cita previa.

Esto es lo que les ocurrió a tres adolescentes británicas que durante una visita la semana pasada a Alicante buscaron una alternativa al sol y la playa del Postiguet o San Juan. Su intención era contemplar la exposición permanente, y lo pudieron hacer, faltaría más, pero acompañadas de un guía que no hablaba inglés y ofreció la visita en castellano. Una vez más la realidad se impuso a los mensajes que día tras día lanzan a los cuatro vientos los rectores turísticos de la ciudad y del Patronato Provincial de Turismo (el MARQ es competencia de la Diputación), los mismos que periódicamente se enredan en cuestiones menores y de batalla política. Y ahí tienen, como ejemplo palmario, el decreto para coordinar la promoción aprobado por el Consell. Un texto que hasta ahora ofrece más ruido que nueces pese al victimismo que se intenta trasladar desde el palacio de la avenida de la Estación, descuidando luego lo esencial.

Una ciudad que quiere ser turística no puede ofrecer imágenes como la de un museo en que casi te reciben sin ganas o, al menos, eso se trasladó ese miércoles laborable en el que poco importó responder con efectividad a los turistas. De qué sirve que al Ayuntamiento, al Patronato, y al Consell se les llene la boca con aquello de la hospitalidad si luego se falla en lo básico. En no tener un simple audioguía en inglés para atender las peticiones de los turistas. No la pidieron en chino, que tampoco hubiera sido disculpa, la pidieron en inglés, idioma que hablan los más de cuatro millones de británicos que nos visitan todos los años.

Revelador: terminada la visita, las jóvenes turistas culturales cogieron un taxi para bajar al centro de la ciudad y seguir explorando Alicante. Su tutora comentó la experiencia vivida en el MARQ con el conductor. Se habló de la poca información, de los cruceros y allí se encontraron con una nueva sorpresa. El taxista les confesó: llevo 20 años en el mundo del taxi y he llevado a muchos cruceristas. Ninguno me ha dicho que le acerque al museo. Yo creo que ni saben que existe o nadie se lo dice. Palabras que sonaron a premonición porque por fin el domingo pasado cruceristas de Royal Carebeean visitaron el museo y con guía en inglés, que para eso habían avisado ¿Y el resto de la semana? Menos mal que el sol sale casi todos los días en Alicante.

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