Lo peor que podemos hacer en estos tiempos es continuar en el error. En el error de seguir excavando hacia abajo para escapar de la trinchera como venimos haciendo los empresarios desde hace demasiados años. Hay que poner punto y final a esta situación, a la guerra que nos divide, que nos hiere, que nos hace daño y que nos perjudica. Mientras nos rompemos en lo interno - y agrandamos brechas - hay gente en lo externo que se aprovecha de nuestra debilidad para sacar tajada contra los intereses de los empresarios de la provincia de Alicante. Y claro, cuando los empresarios de la provincia tienen poca fuerza, los ciudadanos de la provincia tienen las mismas: ninguna.

Más allá de nuestros intereses personales, más allá de la defensa de los intereses de nuestras propias asociaciones patronales, debe estar el interés general que debemos defender. Estamos aquí para sacar adelante nuestros proyectos empresariales, nuestras familias y nuestros retos personales. Pero no lo podemos hacer dando la espalda a la sociedad a la que pertenecemos.

Seguimos excavando hacia abajo para escapar del agujero en el que nos vemos. Deberíamos dejar caer las armas que utilizamos unos contra otros y empezar a construir juntos una escala por la que salir a la superficie con la cabeza bien alta, con el reconocimiento de los errores cometidos, pero sobre todo, con la certeza de haber aprendido las lecciones del pasado.

Muchos ya venimos proponiendo esta salida. Porque Alicante necesita una patronal fuerte, reivindicativa, independiente, comprometida y colaboradora con las distintas administraciones públicas. Muchos venimos reclamando la concertación de una mesa propositiva donde por primera vez en muchos años no falte nadie y todos seamos parte del conjunto que generará un nuevo proyecto. Lo digo de otra manera: un nuevo proyecto que lo constituyan todas las entidades patronales de la provincia. Sí, se acabó el tiempo donde las diferencias convertían las relaciones empresariales en una guerra de intereses, donde se confundía lo personal con lo institucional. Este no puede seguir siendo el camino ni las maneras. Las asociaciones que forman COEPA así lo han entendido y por ello estamos todos juntos impulsando un proyecto de futuro que parta del entendimiento y no de la discordia.

La respuesta de los empresarios de la provincia de Alicante a las mesas de acuerdos y negociación convocadas en las últimas semanas demuestra que es la aspiración de la mayoría. Hay que esperar que las minorías también se sumen al proyecto, porque también son esenciales e importantes en el diseño de la nueva etapa que la patronal debe desarrollar a partir de hoy.

Hay que escuchar a todo el mundo, pero para eso es necesario que todo el mundo pueda tener un espacio en el que aportar. Si nadie debe ser excluido de este proceso, también es cierto que peor aún sería que algunos se autoexcluyeran.

Y todo ello, ¿para qué? Para que la ciudadanía tenga en su defensa la voz de una parte importante de la sociedad, los empresarios y empresarias, con capacidad de defender iniciativas, inversiones y cambios necesarios para poder seguir creando puestos de trabajo, mejores condiciones para la generación de proyectos empresariales, sociedades que puedan contribuir a las arcas públicas y, por lo tanto, ofrecer capacidad financiera suficiente para sostener el Estado del Bienestar que venimos defendiendo.

No se trata de un proyecto particular ni privado. Sino público. Se trata de fortalecer una asociación de asociaciones empresariales para que nuestra voz no se pierda cuando queramos la interlocución de un ayuntamiento, de la Generalitat o del Gobierno de España. Queremos sumar, porque el tiempo de las restas y las divisiones ya pasó. Sumemos. Sumémonos.