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Mariola Sabuco

A río revuelto

Mariola Sabuco

Cita a ciegas con la Renta

Anoche hice la declaración de la Renta. Le di al botón de confirmación del borrador enviado por la Agencia Tributaria sin más, a ciegas, confiando no se muy bien por qué en su buen hacer. Es la primera vez que actúo tan insensatamente en cuestiones de dinero, sin comprobar las cifras, pero no tengo el cuerpo este año para enfrentarme a la cantidad con la que finalmente he contribuido a mantener este país de pícaros en el que, por lo que parece, arriman el hombro con absoluta claridad, honestidad y limpieza unos pocos tontos. Yo entre ellos. Una ingenuidad fruto de haber sido educada en aquello de Hacienda somos todos, que ha resultado ser poco más que un eslogan publicitario fracasado. Me soflama que se quiera tener los mejores servicios sanitarios posibles, la mejor educación en los colegios, que se pague la ayuda a los dependientes, que haya residencias de la tercera edad, una prestación digna para los parados, becas... , que bajen los impuestos y que paguen otros. El ejemplo de Bertín Osborne, la infanta Pilar de Borbón y hasta mi exadmirado Pedro Almodóvar que tienen empresas «offshore» en Panamá para defraudar al fisco, y se atreven a afirmar que todo es legal, no invita a tributar con alegría. Tampoco ayuda saber que Mario Conde quien hundió Banesto, pagaba barcos a la Familia Real y quería ser un salvapatrias tenía 14 millones de euros en Suiza y como una hormiga los ha ido blanqueando, sin tributar por supuesto, desde que quebró el banco a cómodos plazos de 600.000 euros sin que la Hacienda que se supone somos todos se haya enterado hasta ahora. La baronesa Thyssen y su hijo se obligan a vivir fuera de España seis meses para no ser contribuyentes y el expresidente del Gobierno del PP José María Aznar quien liquidó todas las empresas públicas ayudado por Rodrigo Rato abonará 70.000 euros de multa por engañar sobre sus ingresos. José Manuel Soria dimitió ayer como ministro tras intentar tomarnos por bobos con sus entramados societarios. Para los pudientes que no caben en los anteriores supuestos, Hacienda declara una amnistía fiscal a la que, entre otros, se acoge la familia Botín. Total, que en este país, en materia tributaria, se practica la teoría del sheriff de Nottigham y no la de Robin Hood.

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