Hoy tienen en sus manos un ejemplar de INFORMACIÓN que merece la pena que conserven como un incunable porque es un periódico único y probablemente irrepetible. Con motivo del 75 aniversario de su nacimiento y como uno más, aunque singular, de los actos que se van a organizar este año para celebrar la efeméride, INFORMACIÓN, en colaboración con la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Miguel Hernández de Elche, sustituye la imagen gráfica que habitualmente forma parte de las noticias que se insertan en las páginas del periódico por una interpretación realizada por los alumnos de esta escuela superior. La iniciativa es desde mi punto de vista, si quieren aprovechando la conmemoración, una forma de llamar la atención sobre estos tiempos convulsos que nos ha tocado vivir a los periodistas. Perdonen que hable de nosotros. Inmersos desde hace unos años en una doble crisis, la que todos ustedes han padecido, y la que con la irrupción de internet nos hemos buscado, aquí estamos, 75 años después de que viéramos la luz, más desorientados y perdidos que nunca, sujetando a duras penas con una mano un producto, el papel, al que muchos se empeñan en poner fecha de caducidad, y alimentando otro, el digital, que todavía no sabemos muy bien hacia donde dirigir porque nadie aún ha dado con la clave de convertir en negocio -y en salarios para sus trabajadores- algo a lo que todo el mundo está acostumbrado a acceder de forma gratuita y que los anunciantes miran con recelo porque las inserciones publicitarias son consideradas hoy por hoy por los lectores como una agresión. Y por si todo lo anterior fuera poco, los propios periodistas nos devanamos los sesos intentando encontrar una fórmula para ofrecer buena información satisfaciendo las preferencias de los lectores y con el condicionante de que la rapidez y la brevedad parecen primar al reposo y la reflexión que requiere todo buen trabajo. Como ven, un tremendo debate entre lo viejo y lo nuevo en el que no albergo ninguna duda de quién acabará ganando la batalla, pero en el que cabe esperar que usted lector, que está al otro lado y tiene la capacidad de decidir, termine rechazando el bombardeo masivo de internet y se incline por las noticias contrastadas y de profundidad, ya sea en papel o en digital. Ahí se encontrarán de nuevo los periodistas, los que consigan sobrevivir, con sus lectores.
