Hace pocos días se publicaron los resultados de la convocatoria promovida por la Concejalía de Cultura de Alicante para las salas de exposiciones municipales: Lonja del pPescado, Las Cigarreras, Centro de las Artes? Lo primero que sorprende es que nos muestran la selección final como una lista ordenada por la valoración que han obtenido los participantes. Valoración que no responde a la realidad de la calidad de los artistas sino a los condicionantes de una convocatoria concreta. Ciertamente esto es poco elegante, sobre todo, cuando las dos terceras parte del jurado está formado por políticos y técnicos del ayuntamiento, sin una trayectoria contrastada en la gestión artística, fuera de la institución. Una composición que va en contra de lo exigido por el Código de las Buenas Prácticas sobre la independencia del jurado con respecto a la institución política. Además no incluye a ningún artista. Una ausencia inquietante de quienes deberían ser los primeros en juzgar, dado el conocimiento que sobre materia de arte poseen. Esta lista da una puntuación que no se corresponde con la realidad, pues como pone en las bases, se ha debido considerar la viabilidad económica. Por lo mismo los artistas se han visto desplazados por las propuestas de empresas de diseño. Y como no podía ser de otra manera, el resultado no tiene la contundencia que Alicante necesita. Pero por qué este ranquin, cuando lo único que debían dar eran los nombres y sus posibles sustitutos en caso de baja.
Otra cuestión que también sorprende es por qué han aceptado los artistas participar en una convocatoria cuyas bases incumplían los principios de las buenas prácticas, no precisando la cantidad económica destinada a los proyectos. Entiendo que esto solo puede responder al exceso de confianza por parte de los artistas, ¿han pensado que la institución iba a respetar la valoración que el profesional hace de su trabajo, o que el presupuesto del proyecto no era un factor tan decisivo? Han mostrado cierta ingenuidad, pues los políticos no paran de avisar del reducido presupuesto. Hagan cuentas, el presupuesto para la Lonja es de 24.000?. Pero, sobre todo, esta necesidad de exponer perjudica al sector de manera definitiva, creando la división entre quienes se lo pueden permitir y quienes no.
Aunque tampoco hay seguridad de que los cinco primeros proyectos de la lista se vayan a exponer, pues todavía tienen que negociar la cantidad económica, y dependerá de los compromisos de la concejalía con el Consorcio u otras empresas culturales. Claro, que a estas alturas de la temporada las exposiciones tienen que estar ya producidas, si se quiere exponer en los meses que quedan.
En fin, dónde queda la promesa de transparencia y protección del artista, con esta política de low cost.
