La anunciada, aunque no confirmada, marcha de Jorge Lorenzo a Ducati ha levantado una gran polvareda en el mundial, tanto en el aspecto deportivo como en el económico, ya que desde Italia se ha filtrado que el mallorquín ya ha firmado y cobrará catorce millones de euros por temporada. El reto es grande tras ocho temporadas (esta es la novena) con Yamaha, marca con la que ha conseguido tres mundiales, ya que muy pocos pilotos han sido capaces de proclamarse campeones del mundo de la clase reina con dos marcas diferentes. A lo largo la historia, tan solo lo han logrado: Geoff Duke (Norton y Gilera), Giacomo Agostini (MV Agusta y Yamaha), Eddie Lawson (Yamaha y Honda), Valentino Rossi (Honda y Yamaha) y Casey Stoner (Ducati y Honda). Al actual campeón siempre lo han motivado los retos, pero éste es realmente difícil.

La pregunta es: ¿Vale la pena anteponer el dinero a tener la mejor moto? aunque esta teoría es discutible porque en las últimas carreras la Ducati ha demostrado ser tan buena como la que más y si aún no ha logrado el triunfo es porque su pilotos, Iannone y Dovizioso, están un escalón por debajo de los conocidos como los «Tres Tenores» que son además del propio Jorge, los enemigos irreconciliables, Márquez y Rossi. La última victoria en un GP de Ducati se remonta a octubre de 2010, cuando Stoner consiguió el triunfo en el circuito australiano de Phillip Island.

Desde Italia aseguran que el fichaje está totalmente cerrado y se hará oficial antes del GP de España que se disputa dentro de dos semanas en Jerez. Una cosa está clara, y es que Lorenzo verá como desaparecen los pitos de los tiffosi hacia su persona por el carisma que tiene esta marca en el país trasalpino, superior incluso al de Valentino Rossi.