Desde mediados del siglo XX el desarrollo de Elche ha estado muy vinculado a la evolución del principal sector económico de nuestro municipio, la industria, en especial la de fabricación de calzado y sus componentes.

Nuestra industria ha vivido grandes hechos históricos, el final de la autarquía en los años 50 del siglo pasado, el desarrollismo de los años 60, la crisis del petróleo de 1973, la competencia de los países en vías de desarrollo, la reconversión sectorial y la descentralización productiva en los años 80, el proceso de integración de España en la Comunidad Económica Europea, la globalización de los mercados y la deslocalización de la actividad hacia países emergentes.

La capacidad de supervivencia ha sido ejemplar y, pese a las dificultades padecidas, muchas de las empresas ilicitanas han sido capaces de adaptarse a los nuevos condicionantes del entorno cambiante, han evolucionado y se han transformado. Otras muchas han desaparecido por no haber podido superar las dificultades con las que se han encontrado. Pero hoy Elche es el principal centro productor, comercializador y exportador de zapatos de España y un referente internacional del sector calzado por diseño, moda y servicio.

Nuestra realidad tiene una cara positiva que hay que mantener y potenciar. Elche es una ciudad industrial que cuenta, entre otras cosas, con una gran cantidad de empresas y mano de obra especializada, con marcas de relevancia internacional, con la sede de una de las principales multinacionales del calzado a escala mundial. Pero también tiene una cara negativa que hay que afrontar y solucionar lo antes posible, como la economía sumergida, la temporalidad en el empleo o los bajos salarios.

Los vaivenes coyunturales que han afectado a nuestra industria han condicionado en gran medida la estructura económica, social y urbana de Elche.

En materia urbanística, el crecimiento de la ciudad siempre se ha encontrado con las numerosas fábricas y talleres existentes en las zonas de expansión, y se ha intentado organizar y planificar su localización en polígonos como el de Altabix, el de Carrús o el de Saladas-Torrellano. También se ha tenido que afrontar problemas como la falta de suelo industrial en algunos momentos de auge, las infracciones por incumplimiento de las normativas de aplicación o la convivencia de la actividad industrial con el uso residencial en algunos barrios ilicitanos.

Elche es una ciudad dinámica, activa y emprendedora que cuenta con una serie de singulares recursos territoriales, naturales, culturales, sociales y económicos, y con destacables factores de localización empresarial.

Entre dichos factores resalta la disponibilidad de suelo industrial, con buenas infraestructuras, equipamientos y servicios, públicos y privados. El Ajuntament d'Elx, en especial desde el primer ayuntamiento democrático de 1979, ha apostado por planificar y crear suelo para la implantación de empresas. Además, la voluntad de promoción y fomento económico de la ciudad determinó la creación, en el año 1990, de la mercantil Promociones e Iniciativas Municipales de Elche S.A. (Pimesa), como un instrumento de gestión directa del propio Ayuntamiento para aplicar una activa política municipal de suelo para actividades económicas que favoreciese la creación de empresas y empleo.

Fruto de esta política del Ayuntamiento, sólo en Elche Parque Empresarial, en la actualidad hay unas 570 empresas que dan trabajo a más de 10.000 personas, habiéndose generado una inversión inducida, pública y privada, de aproximadamente 750 millones de euros.

El éxito de este modelo de gestión se ha fundamentado, en gran medida, en el hecho de ser una política municipal en la que se ha promovido y comercializado suelo de titularidad pública a unos precios atractivos para la implantación de empresas. Además, se ha apostado por proyectos de calidad por sus infraestructuras y servicios, y por su singular diseño y configuración urbanística.

La realidad actual de la oferta de suelo de titularidad pública para actividades económicas en Elche es preocupante, ya que pese a la aparente existencia de parcelas sin edificar disponibles, el Ajuntament d'Elx y Pimesa disponen de muy poco suelo de titularidad pública para proseguir, con una activa política de fomento económico y de captación de inversiones empresariales.

Hoy, el Ajuntament sólo dispone de tres solares industriales con una superficie total de 3.504,92 m2 y Pimesa sólo es titular de 20 parcelas en Elche Parque Empresarial que ocupan un total de 96.565,73 m2. Una cantidad de suelo que es insuficiente para desarrollar una política de dinamización económica con la finalidad de crear empresas y empleo.

Ante esta situación, se requiere tomar decisiones a corto plazo, ya que en el mundo del urbanismo hay que contar con la complejidad de los trámites y gestiones a realizar para poner en marcha cualquier tipo de proyecto, lo que implica un notable desfase temporal. Si se quiere tener suelo para actividades económicas de titularidad pública a medio plazo hay que actuar ya, con una adecuada planificación y desarrollo urbanístico.

Podemos hacer caso a la oposición y no hacer nada, con lo que hoy tenemos atenderíamos la demanda a corto plazo de suelo para actividades económicas que pudiera surgir, pero nos equivocaríamos y no tendríamos suelo de titularidad pública a medio y largo plazo para ofrecer a empresas con necesidad e interés por implantarse en nuestra ciudad.

Por ello la decisión del equipo de gobierno del Ajuntament d'Elx ha sido encargar a la empresa Pimesa que inicie las gestiones necesarias para plantear una propuesta de crecimiento del suelo para actividades económicas que permita atender, a medio y largo plazo, la potencial demanda de localización e implantación empresarial en Elche. Porque consideramos esencial para el futuro de la ciudad realizar inversiones productivas que impulsen la reindustrialización, que favorezcan la creación de empleo de calidad, la mejora de las condiciones laborales y económicas de nuestros trabajadores y trabajadoras, el incremento del nivel de renta disponible de los hogares ilicitanos, y un mayor nivel de calidad de vida de la ciudadanía.