«El lento crecimiento que en la actualidad sufre la economía mundial y la perspectiva de un crecimiento menor a largo plazo se deben a muchas causas»: la disminución de la población en edad de trabajar; la disminución de las tasas de participación; la creciente desigualdad; el empleo vulnerable y la mala calidad del empleo, «constituyen factores determinantes». Es el diagnóstico de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) en «Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo. Tendencias en 2016». Analiza los resultados del año pasado y las perspectivas para el actual, y para la OIT, no son buenas.

La economía mundial ha crecido un 3,1%, medio punto por debajo de los previsto. La desaceleración económica se debe a la debilidad de los países emergentes y en desarrollo. Ese es el principal factor que ha contribuido a la bajada de los precios de las materias primas y a reducir el comercio mundial. España ha crecido, como le gusta decir al dimitido ministro de economía, en funciones, De Guindos, por encima de la media. El motivo es en mi opinión porque se ha potenciado ligeramente la demanda interna para dar mas alegría a la economía en año electoral, después de cumplir radicalmente con los ajustes, y dejar el resto de los indicadores: paro, endeudamiento, tasa de actividad, desigualdad, envejecimiento,? en condiciones muy desfavorables.

El envejecimiento de la población, la disminución de las personas en edad de trabajar, al que se refiere la OIT, se ha producido sobre todo en los países económicamente avanzados, sobre todo europeos; pero además en España la política seguida. Desde 2011 la media de la población censada se reduce, en mas de medio millón; los mayores de 16 años en unos 350 mil; y, los «activos», la gente en edad de trabajar y que busca trabajo ha pasado de 23.434.100 a 22.922.000 son medio millón menos en cuatro años, censados y activos que han sido expulsados del mercado de trabajo- 150 mil inactivos mas entre nuevos jubilados y los que ya ni buscan trabajo- y la mayor parte, a la emigración. Todos los datos son medias anuales del INE (Instituto Nacional de Estadística). Una parte de los migrantes son extranjeros que han estado unos años en España, algunos con doble nacionalidad, y la mayoría españoles de origen, los mejor preparados y jóvenes. Enviarán remesas que compensarán algo las que mandan los emigrantes residentes, pero significan una pérdida de capital humano sólo comparable a la que causó la guerra civil.

Mientras que en el mundo el paro ha aumentado aquí, el número medio de parados en 2015 fue de 5.056.000, por primera vez menos parados que al comienzo de la legislatura, son cuarenta y cuatro mil menos que en 2011. Apenas se redujo el paro aunque el número de empleos se ha reducido en mas de medio millón y eso a pesar de los que han emigrado. El resultado es además que la tasa de actividad -de participación que dice la OIT- se ha reducido del 60,33% al 59,54 los mas afectados son mujeres y jóvenes, unas han vuelto a las tareas domésticas y otros a estudiar o a su casa. Eso, cuando la OIT prevé que la tasa de actividad se estabilice en el 62,6% nosotros estamos tres puntos por debajo.

El empleo vulnerable y la mala calidad del empleo creado que la OIT identifica como factores determinantes los conocemos sobradamente. Por empleo vulnerable se entiende «la proporción del trabajo por cuenta propia y del trabajo familiar no remunerado, ambas categorías típicamente sujetas a altos niveles de precariedad», representa en el mundo mas del 46% del empleo total. Los trabajadores por cuenta propia eran en España a final del 2015 tres millones cien mil, unos cien mil mas que en 2011, de los que 186 mil era parte de los mas de dos millones de ocupados subempleados que da la última Encuesta de Población Activa (EPA). Aunque creciendo, ciertamente es un proporción menor que en los países emergentes.

A los subempleados hay que añadir los empleados a tiempo parcial, o precario y de duración mínima. De las causas que cita la OIT para explicar las malas perspectivas de económicas y de empleo falta la creciente desigualdad que en España es de récord, pero eso exige análisis aparte.