El conocido «plan de choque» de la Consellería de Sanidad para la reducción de las listas de espera quirúrgica, nació hace 20 años, como una medida provisional, que como objetivo básico, pretendía reducir las demoras quirúrgicas en los hospitales públicos, con el slogan del «gratis total» el Partido Popular diseño un sistema por el que se han derivado más de 400.000 intervenciones quirúrgicas a los hospitales privados, un «gratis total» que nos ha costado más de 300 millones de euros, sin ningún tipo de control público.

Este desvío de pacientes y recursos a la sanidad privada, seguía la estela trazada por los populares, para convertir en negocio aspectos básicos de la atención sanitaria (privatización de la gestión de hospitales, resonancias magnéticas, transporte sanitario, etcétera?). Resulta evidente la inacción del anterior Gobierno para abordar de una manera eficaz y eficiente los problemas estructurales, que provocan las demoras y las listas de espera en nuestros hospitales públicos, destacar que durante este tiempo pasado, las medidas alternativas al plan de choque, como el autoconcierto sanitario (programa extraordinario que permite la apertura de los quirófanos por la tarde) fueron testimoniales.

La opacidad y el oscurantismo de este plan ha sido total y absoluta, en 20 años no se ha convocado ningún concurso público, que permitiera conocer y fiscalizar los costes y los criterios de derivación de los pacientes a los hospitales privados, no existe ningún tipo de memoria de actividad y costes reales, ni se han establecido garantías claras tras los procesos quirúrgicos, los pacientes con algún tipo de secuela vuelven a ser tratados por el sistema público sin ningún tipo de compensación para el sistema. Incluso aplicando una normativa estatal, todos los pacientes que rechazaban operarse en la sanidad privada, eran penalizados, pasando a ser los últimos en la lista de espera no estructural de su hospital público y especialidad. Precisamente en el informe presentado por la Defensora del Pueblo, en estos días rechaza esta fórmula, que castiga a los pacientes que quieren ser intervenidos en la Sanidad Pública

Dicho esto, llama poderosamente la atención, que tras el cambio de Gobierno, la nueva Conselleria de Sanitat, siga manteniendo el desarrollo del mismo plan de choque, con una partida presupuestaria que alcanza los 5 millones de euros y una previsión, para este año, que supondrá el desvío de 12.000 pacientes a la sanidad privada, perpetuando un sistema que desde mi punto de vista es fraudulento y vulnera el derecho a la libre elección de los pacientes. La colaboración pública-privada no solo debe ser transparente sino además, debe parecerlo y lamentablemente, en la actualidad, existe una continuidad en la gestión de las demoras sanitarias que no aporta ningún tipo de claridad ni cierra las puertas giratorias entre lo público y lo privado. En este sentido contrasta la beligerancia mostrada por el PSPV y Compromís contra este sistema, cuando estaban en la oposición, con la pasividad en la acción de Gobierno para acabar con el plan de choque y diseñar alternativas al mismo.

Por mucho que me duela, debo subrayar que, la transparencia, en cuanto a la situación de las listas de espera y las demoras en las diferentes especialidades médicas, sigue siendo una asignatura pendiente del actual Gobierno. Los datos publicados y anunciados a bombo y platillo por la consellera de Sanidad hace unos días, aunque como novedad presentan los datos de lista de espera no estructural, no permite conocer la situación real de nuestros hospitales porque solo se aportan datos globales sobre el número de pacientes y la demora media autonómica. A un paciente que se encuentra en una lista de espera de Traumatología del Hospital de La Vila, le sirve de muy poco conocer la media global de demora en la Comunidad, sin embargo le sería de mucha utilidad, para este paciente, conocer de forma personalizada la demora existente en su hospital.

Los datos actualizados y presentados recientemente por la responsable del departamento de Sanidad, Carmen Montón, nos indican que en la actualidad existen 57.898 personas pendientes de una intervención quirúrgica y una demora media de 120 días, sin embargo lo realmente importante sería, desde mi punto de vista, poder conocer de manera pormenorizada el presupuesto y los planes que piensa desarrollar la Consellería de Sanidad en esta legislatura, para adelgazar y aligerar las listas de espera, no solo en el ámbito quirúrgico sino también en el ámbito de las pruebas diagnósticas y consultas médicas especializadas, que es donde se encuentra el verdadero cuello de botella del sistema sanitario.

Es necesario garantizar unas demoras máximas en todos los ámbitos asistenciales y para ello es necesario invertir y potenciar en la red de hospitales y centros de salud públicos. Ya no es hora de diagnósticos, estamos en el tiempo de aplicar tratamientos urgentes, para salir lo más rápido posible de la etapa de recortes y privatizaciones impuestas por el anterior gobierno.