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Antonio Sempere

En pocas palabras

Antonio Sempere

¿Estamos seguros en la biblioteca?

La pregunta es inevitable. ¿Estamos seguros en la Biblioteca Provincial de Alicante? Después de leer el artículo de nuestra compañera Cristina Martínez sobre cómo va el proceso de reforma integral del edificio, crece nuestra preocupación. El arquitecto encargado de redactar el informe no puede ser más claro y rotundo. El edificio sufre graves daños estructurales. El año 2015 había presupuestados 10.000 euros para la redacción de dicho informe técnico. Durante el año 2016 debían haber arrancado las obras, que se demorarían por espacio de un par de años.

Pero por el momento nos hemos quedado en el informe. Como bien apunta Cristina Martínez, habrá que esperar a que se forme el nuevo gobierno de la Nación. Y sólo entonces, si se sigue considerando una prioridad, se daría luz verde a las obras. A la vista del informe técnico expuesto, no habría que perder ni un día más, pero con las cuestiones burocráticas nunca se sabe.

A modo de anécdota resulta curioso resaltar un dato. Para el año 2015 había consignado un presupuesto de 10.000 euros para la realización del informe técnico. Ese que ahora se nos presenta, y que ha costado 21.000 euros. Algo más del doble. Imaginemos lo que puede ocurrir extrapolando estas cifras a la cantidad presupuestada para la reforma integral del edificio, 8 millones de euros. No queremos ni imaginar la friolera que costará verlo inaugurado, si es que llegamos a verlo algún día.

En cierto modo, el lamentable estado de la Biblioteca Pública Provincial de Alicante expresa bien a las claras el fracaso de las instituciones implicadas. Por un lado, el Ministerio de Cultura, como Biblioteca Pública del Estado. Por otro, la Consejería de Cultura valenciana, responsable de gestionarla. Y en última instancia, la Concejalía de Cultura, puesto que a fin de cuentas se trata de la biblioteca más importante de la ciudad de Alicante. Pues bien, el uno por el otro la casa sin barrer. Y el deterioro sigue su curso.

Hasta ahora nos habíamos quejado, y mucho, de los malos olores que soportamos sus usuarios. Durante algunos tramos del día el hedor resulta insoportable. Pero después de leer el informe técnico del arquitecto eso no es nada: los graves daños estructurales deben preocuparnos más.

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