Cómo hemos cambiado
Teatro Principal de Alicante
Concierto de Sole Giménez.
Piano: Pepe Ribero.
La cantante y compositora se ha convertido en la reina de las versiones con sabor a latin jazz y swing. Residió poco más de dos décadas, hasta 2006, en Presuntos Implicados y publicó un primer disco en solitario un par de años antes. La gira actual lleva por título Cómo hemos cambiado, que corresponde a su álbum de 2014 y que recupera el nombre de uno de los temas del conjunto al que perteneció Sole Giménez. Pasea por su amplia trayectoria y rehace las canciones. El pianista cubano Pepe Ribero acompaña en esta actuación vista el viernes en el coliseo alicantino por numerosos espectadores. Actuó en 2012 en el Aula CAM de Alicante, y hace un año visitó el Palacio de Congresos del Colegio de Médicos. La vocalista sigue ahí con su forma de cantar los variados temas melódicos o rítmicos. El suave timbre de voz y los juegos vocales, a su manera, afloran el talento y la sensibilidad de Sole Giménez. Recuerda el programa televisivo en el que participa, e interpreta Cada historia, Cuando quiero sol, Fallen (en inglés) o Llovió. Todos ellos de su etapa en el grupo. La unión entre la cálida intérprete y el pianista consigue su mejor brillo en los pasajes donde Pepe Ribero pone suavidad y rebaja el ímpetu sonoro. La calurosa afición se impregna con el gran surtido de sentimientos y la sensualidad de Sole, una yeclana nacida en París que continúa al pie del cañón musical. Es comunicativa y recrea los estilos con arreglos en busca de nuevas sonoridades. Canta Danzón del mundo, La vie en rose (dedicada a todos los enamorados), La bohème, de Charles Aznavour, o el sonido brasileño de Eu sei que vou te amar, una de las canciones más destacadas. Muchos aplausos obtuvo la polifacética cantante con En la oscuridad. Viaja a Cuba interpretando el bolero Toda una vida y lo enlaza con trazos del ritmo chachachá de Oye como va. El público tenía ganas de intervenir e intervino. Aguas de marzo, Mi pequeño tesoro, Alma de blues, Esperaré o su canción fetiche, el hermoso canto a la nostalgia de Aquellas pequeñas cosas, de Serrat. La emotiva guinda levantó a la concurrencia. «¡No cambiéis nunca!», dijo Sole Giménez.
