Ánimo a Elche, que lleva el sector y las marcas del calzado por todo el mundo. Eso es hacer historia y patria. Ya en su día CCOO propuso potenciar la denominación de origen Made in Spain y Made in Elche. Pero, no te parece Pascual, que nos hagamos la pregunta del millón: ¿de los trabajadores y de las trabajadoras y de sus derechos, qué pasa que no hablamos? ¿Esto no es importante? ¿Y no le importa a nadie?

Pascual, no oigo o leo nada de reivindicar que ¡ya está bien! Que se diga en los mentideros que en Elche se hace de todo, la mayor competencia desleal, y donde tenemos una alta tasa de economía sumergida. Una falta de profesionales para mantener el sector y su calidad media alta, como son el aparado, "la aparadora", la profesión menos valorada por el empresariado, después del cortado, que han llevado a cabo las empresas por aquello de abaratar los costos y descentralizar la producción. Las mandaban a sus casas y las ocultaban con bajo salario, calendario de fuera de lo normal, ausencia de medidas de salud laboral, absentismo escolar de los hijos e hijas para ayudarle a su madre a terminar la partida, incumplimiento de la legislación laboral, cuando el aparado a domicilio es legal con todos sus derechos desde 1.900 por lo menos, nunca se podría entender un zapato sin las manos de una aparadora o aparador.

Es en estos tiempos, cuando se vuelve a dar la desigualdad salarial entre hombre y mujer, no en el convenio, sino en la práctica, trabajando en casa, ya que perciben una remuneración que les sale a 3 o 3,50 euros la hora, poniendo casa, luz y máquina. ¿Hay quien dé más? Y luego están los talleres semiclandestinos, en donde perciben 100 o 150 euros cuando su salario está por los 230 euros por semana y a más de 8,50 euros la hora de trabajo. Esto es de vergüenza y ridículo y supone minusvalorar el aparado, cuando es una profesión importante.

El sector y el empresariado deben de empezar a poner en valor, más y mejor, a la aparadora. Menos homenaje en falso y más aplicar los derechos reconocidos y firmados entre sindicatos y empresarios, que me consta ya que muchas empresas están sintiendo la necesidad de estas profesionales del sector.

Pascual, tienes toda la razón, el sector no se puede ni se debe permitir el seguir con el interior del escaparate de una competencia desleal entre las propias empresas y seguir pensando que el sector se tiene que mantener bajo la humillación a la mano de obra, que es la principal para que el sector no sea solo un escaparate con un interior clandestino y humillante.

Vaya también la solidaridad de CCOO con la familia y el trabajador que ha sido tocado y con quemaduras graves en un taller clandestino. Recuerden los lectores que por ese barrio también se dio una parálisis de un trabajador en su domicilio por inhalar las colas, trabajando para una empresa de deportivos en donde fallecieron también los pájaros que tenía en casa. Ahí están las hemerotecas como testigos.

Hace falta, Pascual, que la patronal Avecal, Fice, Ministerio, Inspección de Trabajo y ayuntamientos denuncien estas prácticas de competencia desleal. De lo contrario seguirán siendo cómplices de esta situación. ¡Pero de verdad! Dando nombres y apellidos, o irán dejando morir sus empresas (ahí está la historia) o a no ser que sean estas, las empresas, las que den el pedido a estos talleres y estos a otros, y a otros, para abaratar el costo solo en la mano de obra. Y así desprestigiarla y encima con menos dinero. Las hemerotecas están llenas diciendo que esto es así.

¿Me pueden decir dónde se elabora el calzado que venden estas marcas famosas, tanto de Elche como de otros pueblos? ¿Dónde está la Responsabilidad Social de estas marcas empresas? Yo creo Pascual, que estas marcas son las que provocan y están de acuerdo en que el sector funcione así, por aquello de que a río revuelto, ganancia de pescadores, deberían de exigir un contrato de buenas practicas, R.S.C. y un compromiso de cumplimiento del convenio colectivo del sector (algunas lo hacen me consta) de lo contrario serán cómplices por lo que tendrían que responder subsidiariamente.

Busquemos alternativas, ¡que las hay!, como son de formación, formación dual tanto de trabajadores como de empresarios, I+D+I, diseño, moda y calidad, denominación de origen, estudio de mercado, Responsabilidad Social de la Empresa, potenciación de marca propia, aumento de la productividad con inversión en nuevas tecnologías. Y al igual que tenemos las ferias para dar a conocer nuestros productos hagamos ferias y montemos certámenes y tengamos una central de compras de materias primas permanente para abastecernos de ahí.

O sea Pascual, el calzado es nuestra seña de identidad, la economía sumergida es la identidad de Al Capone en el contrabando del alcohol. Recuperemos el orgullo empresarial con proyectos de futuro a largo plazo y recuperemos la centralización de la producción y comercialización bajo el mismo techo. Para no repetir lo que decía un empresario del calzado de Inca y otro de Elche: el de Inca decía "la competencia desleal no me la hace Asia sino Elche"; y el de Elche decía "no dejemos que el mercado mande en nuestras empresas, vendámosle al mercado como empresas nuestros productos". Eso sí, cumplamos las reglas del juego pagando el salario que firmamos, las vacaciones que pactamos y festivos, horas extras e incentivos a la productividad. Y si ustedes piden estabilidad, obvio es que lo pidan también los trabajadores y las trabajadoras para su puesto de trabajo.

El sector del calzado y sus empresarios no pueden ser como Rajoy, que hace discursos dirigidos a la mayoría de ciudadanos trabajadores que no refleja la realidad interna, es decir, en el interior del escaparate.