El 15 de febrero de 2003 millones de personas en todo el mundo recorrían las calles de sus ciudades exigiendo que no se cumpliera la amenaza de invadir Irak liderada por Estados Unidos. Aún así, el 21 de marzo se perpetró el ataque. Y al día siguiente volvimos a salir a las calles mientras nuestro entonces presidente del Gobierno, Aznar, se vanagloriaba de ser el salvapatrias mundial junto a Bush y Blair. ¿Recuerdan la foto de esos machotes en las Azores?

Las fotos del pasado 7 de marzo de otros machotes me recordaron mucho a aquella otra. Posaban los Presidentes de la Comisión Europea, del Consejo Europeo y del Parlamento Europeo y el Primer Ministro de Turquía. Anunciaban con cínicas sonrisas el indecente preacuerdo que vuela todos los principios del Derecho internacional, de los derechos humanos y de los mismos fundamentos de la Unión Europea. Los ricos pagan en dinero y en especie al eterno aspirante turco a entrar en el club europeo para que se quede con la basura. Porque así se considera a las miles de personas que huyendo del horror y de la miseria llegan a nuestras puertas y se hacinan, desesperadas, en centros y asentamientos en los que sólo hallan más horror y más miseria, especialmente mujeres y menores ¿Han visto las imágenes del campamento de Idomeni cuando llegan los camiones con la ayuda humanitaria? Hombres, muchos hombres abalanzándose sobre la carga. Las mujeres permanecen detrás. Imposible luchar en esa marabunta. Sobre todo si llevan criaturas consigo. Y lo que no vemos es la cantidad de agresiones sexuales que sufren ¿Va a protegerlas el Estado turco? ¿Ese mismo Estado que prohibió a sus ciudadanas manifestarse el Día Internacional de las Mujeres por considerar que era peligrosa y disolvió la manifestación a base de cargas de la policía antidisturbios? ¿Ese mismo Estado presidido por un tipo que reniega de la igualdad de mujeres y hombres y que cree que la de madre es la posición más alta que una mujer puede alcanzar? En el último informe respecto a la evolución de Turquía, la UE se refirió a la escasa aplicación de los derechos de las mujeres establecidos en las leyes ¿Qué importa ya?

El Consejo Europeo (26 hombres y 3 mujeres) se reunirá el 17 y 18 de marzo para cerrar el acuerdo de la vergüenza. Creo que si la presencia de mujeres en la toma de decisiones fuera equilibrada, el contenido de éstas sería otro distinto. Mientras tanto, es nuestra responsabilidad ciudadana exigir el cumplimiento de los valores en que debería cimentarse nuestra convivencia. El 16 de marzo salgamos a las calles masivamente como hicimos en 2003. Porque los derechos humanos no se negocian.

(En Alicante, el 16 de marzo a las 19 h. en la Montañeta).