Sí, te quiero expresar todo mi agradecimiento por tu sobrada soberbia, por tu inmenso ego, por tu continuada mentira, que durará lo que durará, y que ha conseguido muchos millones de votos. Votos que van a servir para que volvamos a padecer cuatro años más de Gobierno de derechas, pero tus votantes están exentos de responsabilidad, fueron engañados con tu sucio juego trilero.

Que sobrevuele mi profundo respeto a los que eligen una opción de derechas. Simplemente, no es mi opción.

Mi infinito agradecimiento porque gracias a tu estupidez vas a impedir que los españoles más necesitados perciban un ingreso mínimo anual, que era uno de los puntos con que el PSOE y Ciudadanos iban a dotar al débil. ¿Pero a ti qué? Tú querías una vicepresidencia, varios ministerios, el control del CIS, del CNI, del BOE, de TVE y de una Comisión anticorrupción controlada por ti. Vamos, al más puro estilo leninista. No, Pablo, esto no es Venezuela donde rectifican la Constitución a su gusto para perpetuarse el señor Maduro en el poder. Aquí no podrás.

Con tu prepotencia vas a permitir que sigan existiendo desahucios de los españoles que no pueden pagar sus hipotecas por haber perdido su trabajo. Vas a permitir que las familias sigan hacinadas bajo el paraguas protector de los abuelos o padres jubilados.

Vas a permitir que las negociaciones colectivas pasen a la historia del sindicalismo español y dejen de «proteger al trabajador», que la ley mordaza no se derogue. Que la ley Wert siga machacando a nuestros jóvenes estudiantes, que no se derogue la injusta Reforma Laboral.

¿Sabes que más va a conseguir tu orgullosa tozudez? Que la sanidad siga privatizándose y deje de ser enteramente gratuita, que los jubilados sigan pagando un inmoral copago, que la derecha siga abrazando, cada día, más sanidad pública y deje de ser universal, como ya ha empezado. Y tantas y tantas cosas que el PSOE te ofrece, no ya para que colabores con su gobierno si es que te resulta repulsivo pactar con Ciudadanos, sino solamente te pedía la abstención para que puedan gobernar ellos.

Todos sabemos que lo que te ofrecen los socialistas no son la panacea definitiva, pero sí que te digo que se aproximan más a tus «iniciales» intenciones, ¿recuerdas? Vas a ser la pinza que quizá permita que Mariano Rajoy y el Partido Popular nos sigan asfixiando cuatro años más o, que en tu loca aventura, te veas ganador y fuerces con tu mezquina arrogancia unas nuevas elecciones de resultados inciertos o similares.

Me repugnó escuchar el debate de investidura del miércoles. Esperaré al viernes para acabar este artículo, pero mucho me temo que ignores al pueblo español y que muestres tu incapacidad política pese al sufrimiento y tedio que causarías a los españoles.

Me repugna que, pese a tus iniciales intenciones, te hayas convertido tú y Podemos en un partido más. Que te repitas tanto con lo de un programa de cambio y de progreso y creas que eso solo puede ser con el tuyo. Estás jugando a la ruleta rusa con cinco balas en un tambor de seis. Tienes los días contados. Ni yo, ni millones de españoles nunca te perdonaremos si, por ti, tenemos cuatros años más de Gobierno popular. Que da la impresión de que tu soberbia está herida por no ser tú quien consiga estos avances.

Que, frívolamente, pongas en riesgo la unidad de España. Que dispares retazos de odio como las balas del 23F.

Ten la seguridad, tú y tus seguidores, que vais a llegar, antes o después, a la conclusión de que va a resultar que el PSOE es más decente y coherente que tú y tus maximalismos.

Que, aunque te repeliese, no te pongas una pinza en la nariz, y evitar la otra, para abstenerte y hacer que España se ponga en marcha.

Que cada «No» que pronunciáis en la votación suena a venganza.

Y ya ha finalizado la votación de investidura. Como planeaba por nuestros miedos, el no de Podemos ha vencido al sí de Ciudadanos y del PSOE. Curiosamente el parlamentario que más me ha convencido ha sido Albert Rivera. Yo también me canso del absurdo mantra de que es un partido de derechas. ¿En Andalucía no lo era? Necesitamos las PYMES gobiernos con muchos Riveras que nos activen, que somos la principal fuente de riqueza y de empleo.

Otra conclusión que no será compartida. A mi edad me importan tres pimientos los calificativos que me puedan acarrear. Nunca perdonaré al charlatán de Iglesias los graves insultos que profirió a uno de los iconos del socialismo en la democracia. Su dedicación a España, con sus claros y sus oscuros no se merecían tales epítetos de un arribista que durará lo que dure la crisis. No se puede gobernar con la mirada reposada en Venezuela. Estamos en la capitalista Europa, nos guste o no.

Y les aseguro a ustedes que, pese a lo que pueda aparentar, no destilo odio, solo decepción.