Octubre de 1970. Nos tenemos que remontar a esa fecha para situarnos en la inauguración, con presencia destacada de las autoridades locales y comarcales, del Aula de Cultura «Antonio Ramos Carratalá» de la entonces Caja de Ahorros del Sureste de España en Benidorm.

Fue una fecha destacada, porque «la Caja», como la conocíamos todos, y tras 18 años de presencia bancaria en la zona, redoblaba su apuesta por esta ciudad dotándola de unas instalaciones que, desde sus inicios, se convirtieron en un referente social y cultural, con una influencia en la vida local y comarcal que se mantuvo hasta que, en el año 2011, y por motivos de sobra por todos conocidos, cerró las puertas a su programación propia y cayó en el letargo, que no en la agonía, pues siempre se ha mantenido abierta a acoger cuantas iniciativas ajenas se han considerado de interés.

Aquél día fue el recordado Francisco Oliver Narbona, director general de la Caja del Sureste, quien inauguró este centro, en el mismo centro de la ciudad, en la emblemática calle Alameda. Se entendió entonces, de forma muy acertada, que unas instalaciones llamadas a congregar a muchas personas debían localizarse en un lugar próximo al núcleo más poblado.

Ahora, un lustro después del silencio latente, anunciamos con satisfacción la reapertura del Aula de Cultura, y con el decidido y firme propósito de la Fundación Caja del Mediterráneo de mantenerla viva y activa durante todo el año.

La idea no puede ser otra que retomar ese pulso cultural de una ciudad siempre abierta a nuevas tendencias, agradecida como pocas hacia quienes ofrecen una programación continuada, y tan dinámica en todo tipo de artes que estamos convencidos de que pronto, muy pronto, las salas y el auditorio volverán a llenarse de cuadros, fotografías, esculturas, artesanía, conciertos y actuaciones de las gentes de aquí y allá, de entusiastas de la cultura (que los tenemos, y en gran número), de emprendedores e innovadores y, también, de conferenciantes, músicos, trovadores, dramaturgos, actores y actrices, recuperándose de esta forma una actividad que nunca se debió perder y por la que Benidorm también alcanzó fama fuera de sus fronteras.

La noticia es, pues, la más grata que podría imaginar dar en el cargo que desempeño. La reapertura definitiva del Aula arrancó con actividad propia el pasado jueves con proyecciones de cortometrajes seleccionados para que los cinéfilos que antaño tanta actividad tenían en Benidorm recobren su costumbre de mantener una cita periódica con el séptimo arte de calidad.

Pero este ciclo, convocado para el último jueves de cada mes, es sólo el principio.

Hoy estamos en disposición de anunciar que durante los próximos meses, Benidorm acogerá algunas de las «joyas de la corona» de la Fundación Caja Mediterráneo, como la exposición «Moros y Cristianos de Alcoy», con fondos procedentes del Museo de la Asociación San Jordi, que incluye maniquís con espectaculares vestimentas, armas, reproducciones de castillos, audiovisual, fotografías y cartelería, entre otros elementos de interés.

También pasará por Benidorm la exposición «Máquinas de Leonardo da Vinci», una colección de réplicas de las invenciones del artista del Renacimiento que aún siguen asombrando. Entre ellas está la máquina de volar, y también estudios sobre máquinas para levantar pesos y artilugios de fuerza y movimiento.

Otra muestra preparada para viajar a Benidorm, coincidiendo con la conmemoración de los 400 años del fallecimiento de Miguel de Cervantes, es la dedicada a El Quijote, con ediciones de la propia colección de la Fundación, aportaciones de particulares, reproducción de escenas costumbristas de la época en la que vivió el escritor y, también, los grabados del alemán Eberhard Schlotter, que como saben es una de las más valoradas en el mundo. Por cierto, que este grabador está vinculado a esta tierra, pues estuvo afincado en Altea.

Y naturalmente, preparamos ya una muestra en Benidorm de los fondos de arte contemporáneo de la Fundación, que como saben son magníficos, además de otra muestra con piezas de arte de los siglos XIX y XX.

Pero si importantes son estas actividades, no lo es menos el firme y esperanzador propósito de poner nuestras salas a disposición de los artistas locales y de la comarca, que antaño hicieron suya el Aula. Y así debe ser.

Animo pues a todos a disfrutar y utilizar el Aula de Cultura de Benidorm. Aquí nos tienes. Como siempre.