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Francisco Esquivel

Encarrilado

De todas estas andanzas por sacar adelante la investidura, el que me tiene sin dormir es el escribano al que Sánchez encomiende la redacción del envío a los militantes que han de valorar si la propuesta les convence o no. Menos mal que en el pesoe hay tradición en piezas así puesto que hubo de componer la preguntita con la que sacó por los pelos el referéndum de la otán, que fue: «El Gobierno considera conveniente, para los intereses nacionales, que España permanezca en la Alianza Atlántica, y acuerda que dicha permanencia se establezca en los siguientes términos. 1º, La participación no incluirá su incorporación a la estructura militar integrada; 2º Se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en territorio español; 3º Se procederá a la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos. ¿Considera conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica en los términos acordados por el Gobierno de la Nación?». No recuerdo si nos dieron una papeleta o una pancarta para votar, pero lo destacable es que no nos volviéramos majaras del todo. Yo creo que esta experiencia debe servirle de acicate al que le toque el muerto en esta ocasión y arrancar acentuando lo que el aspirante ha logrado cerrar: «Compañeros, nuestro secretario general tiene comprometido ya el apoyo de la de Coalición Canaria y creemos que el de nuestro grupo, lo cual, conociéndonos, es un avance más que notable, ¿verdad? Por lo demás, parece que todo se halla encarrilado. De cara a lograr el respaldo necesario, solo es preciso asumir el 80 por ciento del programa de Rivera y tener contento a Pablito que, pese a las apariencias, es una bendición de muchacho». Chupado como lo tienen, lo único que le quedaría ya al hombre sería descolgar el teléfono y preguntar si Rajoy tiene previsto echar una mano.

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