La Guerra, sí, esa que, arrebatada al saber y analizar de los historiadores, se afanan ciertos colectivos de convicción reivindicativa en poner de moda y, con un ojo tapado, tuertos de torticera voluntariedad, se afanan hacerla actualidad. Aquella Guerra, como si fuera la única, con tantas como ha padecido el ser de España, que vino a ser el doloroso resultado de un doble fracaso: el gope de Estado de julio de 1936 y la incapacidad oficial para pararlo contundentemente. Y así, sin pretenerlo, casi tres años de inmisericorde apaleamiento entre españoles y respectivos aliados foráneos. Con el final de todos conocido. Sin olvidar el absurdo de situaciones y protagonistas que, ahí el caso del caudillo Franco, lo mismo salva a la República al sofocar el desleal intento revolucionario de octubre de 1934, puro «largocaballerismo» sovietista, que se empeña, y consigue, con excesiva crueldad, acabar con aquel segundo intento republicanista nacido en abril de 1931 y fenecido en otro abril, de 1939. Y tras años de sosegado convivir, de nuevo el cerril cainismo tan familiar. Antes y después de la Guerra...
La temporada de 1936 se inicia en marzo, becerrada de ámbito local con los nombres de Rafaelito Esplá, «Chiquito de Palma» y Román Muntaner. En mayo, mano a mano entre José Ignacio Sánchez Mejías y Juanito Belmonte, significada saga familiar, VIII de la Prensa, ganado de Villamarte. Toros de Domingo Ortega, día de San Juan, a cargo de Domingo Ortega, Rafael Ponce «Rafaelillo», obtuvo la pata, primera en Alicante, de «Chalequero», quinto de la tarde, y el mallorquín Jaime Pericás. Llapisera, el Bombero Torero y la banda «El Empastre», noche del 28, y los Pablo Romero para Domingo Ortega. Antes y después de la Guerra...
Finalizado el conflicto, 1 de abril, con afán de normalidad, se erige única «foguera», frente al Mercat, ridiculizando la figura de D. Juan Negrín y se anuncia corrida de toros para el 25: 8 ejemplares, de Alipio Pérez Tabernero para Marcial Lalanda, Pepe Bienvenida, «Curro Caro» y Belmonte hijo. Gran derroche de patas. Novillos de Emilio Sánchez, picados, con «Niño del Barrio», Domingo y Pepe Dominguín, y un eral para un sorprendente Luis Miguel «Dominguín Chico». Novillos del Conce de la Corte, 30 de julio, para Pedro Barrera, un triunfal Pepe Luis Vázquez y Gitanillo de Camas. Toros de Bernardo Escudero para «Cagancho», Pepe Bienvenida y Curro Caro, 20 de agosto. Para el 12 de septiembre, Conde de la Corte a cargo de Marcial Lalanda, Vicente Barrera y Rafaelillo. Los toros antes y después de la Guerra. Alicante. Febrero.
