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Francisco José Benito

El efecto «boomerang»

La sensación de victimismo que ha trasladado esta semana la Diputación al sector turístico de la Costa Blanca ha tenido también en las últimas horas una especie de efecto «boomerang» en forma de críticas, no públicas pero sí en privado, a la actitud del Patronato Provincial de Turismo por denunciar ahora los intentos centralistas de Valencia, cuando según sostienen la mayoría de los empresarios, alcaldes y ediles de Turismo (más en privado que en público) el ente ha venido haciendo lo mismo prácticamente desde que se creó la marca «Costa Blanca». Es decir, ningunear a los municipios en las ferias y en todo tipo de acciones turísticas con base en que lo ideal era ir todos juntos bajo la marca paraguas. Eran los tiempos del rodillo del PP, y pese a que hubo intentos de desmarque, al final, ayuntamientos y empresarios claudicaron y hasta hoy. Benidorm, con marca propia y el 80% de las pernoctaciones, siempre se ha sentido ninguneada pese a que siempre recuerdan desde la patronal hotelera de Benidorm, también forman parte de la Costa Blanca y de la provincia de Alicante y en muchas ocasiones no se ha tenido en cuenta.

La situación se mantuvo en una especie de «guerra fría» mientras al frente del Patronato de Turismo hubo gerentes y diputados de Benidorm (prácticamente desde el inicio de los tiempos), pero explotó tras la llegada de Joaquín Albaladejo (diputado por el Ayuntamiento de Torrevieja) en la anterior legislatura. Municipio que volvió, incluso, a la ferias bajo el paraguas de la Costa Blanca tras haber abandonado el escenario institucional. Las tensiones entre el Patronato de Turismo y Benidorm fueron constantes, tanto con el Ayuntamiento benidormí como con los empresarios, con un punto culminante en una reunión en la World Travel Market de Londres de 2013, con rectores del tododoperoso mayorista TUI -principal emisor de turistas británicos a Benidorm- en la que los responsables del Patronato llegaron a trasladar al consejero-delegado del mayorista alemán que el Patronato tenía un problema en Benidorm. Tuvo que mediar la propia presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, y la sangre no llegó al río, pero la reconciliación era imposible.

Fue Matías Pérez Such, entonces secretario autonómico de Turismo, quien creó la subvención de 450.000 euros (hubo años de 600.000 euros y ejercicios de hasta de 1,2 millones de euros) para colaborar con Hosbec y la Fundación Benidorm en la promoción del destino, Unas cuentas que los hoteleros han llevado siempre con escrupulosidad germánica. A Hosbec y a Benidorm en general, siempre le ha caído mejor la Agencia Valenciana de Turismo que el Patronato Provincial. De ahí que el polémico decreto intervencionista que quiere aprobar el Consell no ha causado un rechazo general, pues muchos empresarios ven más un intento de coordinar mejor la promoción turística y el presupuesto, que en la conquista de la Diputación. Tiempo al tiempo, porque nadie puede negar que tras el polémico decreto está el deseo de la Generalitat por ahogar el contrapeso de las Diputaciones, máxime cuando la de Alicante sigue controlada por el Partido Popular.

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