Francisco Fernández Ordoñez (MAFO), exgobernador del Banco de España acaba de publicar el libro Economistas, políticos y otros animales, por tal motivo ha concedido varias entrevistas a diversos diarios de Madrid. Lejos de expresar la menor autocrítica, se reivindica arremetiendo contra, especialmente, el Gobierno de Rajoy, pero también contra Zapatero, empresarios, sindicatos y periodistas. También dice que cuando Bankia salió a Bolsa, sus cuentas estaban claras y en condiciones para salir al mercado. Yo pienso que MAFO ha perdido la memoria porque las cosas yo las vi de otra manera. Voy a tratar de explicar cómo creo yo que ocurrieron las cosas.

Cuando en enero de 2010 Rodrigo Rato fue nombrado presidente de Caja Madrid, su situación era idéntica a la de la mayoría de las cajas de ahorro españolas, es decir que, la mayoría de los créditos concedidos a los promotores y constructores en pleno boom de la burbuja inmobiliaria empezaban a vencer y no eran pagados por los deudores, pero Caja Madrid tenía una ventaja sobre casi todas las demás: su volumen era mucho mayor y además tenía una magnifica cartera de inversiones (Mapfre, Iberia y otras) que podía vender para aguantar el problema. Rato se entrevistó con MAFO y le pidió una ayuda de 6.000/7.000 millones de euros para que Bankia pudiera tener los ratios adecuados, y la contestación de MAFO fue que se los daría siempre y cuando Caja Madrid absorbiera a alguna de las cajas en dificultades. En esos momentos MAFO tenía un verdadero problema con la mayoría de cajas españolas, sus inspectores le decían que había que intervenirlas pero él no se atrevía a dar el paso. Llamaron a Modesto Crespo, presidente de la CAM para que acudiera a Madrid a una reunión con MAFO y Rodrigo Rato, pero Crespo, ignorante de cómo estaba su caja, no acudió porque imaginó para que era la llamada y no quería dejar de ser presidente de una caja. Entonces MAFO «recomendó» a Rato que absorbiera a Bancaja y cinco cajas menores con las cuales se creó Bankia.

La inclusión de Bancaja en Bankia destrozó todos sus parámetros, la caja valenciana estaba en quiebra y su fusión con Caja Madrid llevó a la caja madrileña a una situación límite. Rato le dijo a MAFO que cumpliera su promesa y le diera la ayuda solicitada, pero en aquellos momentos Zapatero y su ministro de Economía iban diciendo por todo el mundo que la banca española era la mejor, así que no podía ayudarle porque ello significaba desmentir al presidente del Gobierno y reconocer que la banca española no estaba tan bien como se presumía, con las consecuencias que ello produciría en los mercados. Para salir del problema decidieron sacar a Bolsa a Bankia para que la ayuda en lugar de darla el Estado la dieran los particulares. De aquí viene la presión del Gobierno para que bancos e instituciones participaran en la ampliación, cosa que hicieron todos los bancos menos el BBV.

El final de la historia ya es conocido por todo el mundo, un problema que se podía haber arreglado con 7.000 millones de euros costó más de 22.000, y aunque MAFO diga que Bankia tenía las cuentas claras para salir a Bolsa, al parecer el Tribunal Supremo no opina lo mismo. Así es como yo pienso que fueron las relaciones entre Rato y MAFO, el tiempo dirá si estoy acertado. Por cierto, en un artículo con el mismo título que este y publicado por INFORMACIÓN el 10 de diciembre de 2014, yo lo acababa diciendo «a medida que todas las reclamaciones lleguen a las más altas instancias judiciales, será el Estado el que tenga que pagar a todos los damnificados por las preferentes, acciones de Bankia y todos aquellos productos en los que las instituciones del Estado como el Banco de España o la CNMV no cumplieron con su obligación de evitar que la sociedad española fuera engañada, o aunque no fuese engañada, no tuvo suficiente información del peligro que corría su inversión».