La gestión que el tripartito de Alicante está realizando del informe de la Universidad de Elche sobre las cuentas que manejó el PP entre 2011 y 2015 me trae a la memoria la sarcástica película de los hermanos Coen «Quemar después de leer», donde se satirizaba a la CIA. En la línea del film, en Alicante, aunque pudiera parecer lo contrario, fue el alcalde, Gabriel Echávarri, quien encargó el informe a la UMH para después tenerlo en un cajón mes y medio, de manera que pocos en la administración local alicantina presumen a día de hoy de haberlo leído. Ante semejante desinterés la pregunta es obligada: ¿para qué lo contrató? Aseguran que para contentar a Guanyar en el pacto de gobierno. Pese a reconocer, algunos incluso con sorprendente orgullo, que no han leído el trabajo, técnicos y políticos del área de Hacienda (dirigida por el PSOE) se desmembran intentando descalificarlo. Surrealista, ya que las conclusiones dejan muy malparado el desgobierno económico del PP. ¿Algo cambiará tras ese informe en la gestión económica? Parece que, lamentablemente, el interés es que nada cambie.
