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Isabel Vicente

Con otra cara

Isabel Vicente

Perdido por las mujeres

Supongo que será el poder y el dinero lo que atrae de este tipo de hombres, si no, no se entiende el historial de conquistas de Joaquín el Chapo Guzmán, el mayor narcotraficante del mundo cuya detención hace un mes, tras su fuga en julio de una cárcel de máxima seguridad a través de un túnel, llenó las portadas de todos los periódicos. Con un físico más bien vulgar, 62 años y una moral inexistente, el Chapo, apelativo que alguien le puso por ser «chaparrito», como llaman en México a la gente bajita, ha estado casado cuatro veces, ha tenido al menos 15 hijos de diferentes mujeres y se le atribuyen numerosas amantes, todas jóvenes y ninguna fea. Precisamente, su debilidad por las mujeres ha sido la causa de varias de sus detenciones como ha ocurrido ahora al entrevistarse con la actriz de culebrones Kate del Castillo que, a su vez, estaba bajo la lupa de la policía por su relación con el narcotraficante. Pero no ha sido la única. El historial amoroso de este hombre puede rivalizar con el de Barba Azul y, en algunos casos, resulta igual de peligroso. Ahí está el caso de Zulema Hernández, una rubia treinteañera a la que el Chapo conoció en prisión y a la que asesinaron los Z, enemigos del narco, quienes la violaron y le marcaron esta letra por su cuerpo antes de matarla de un tiro en la sien.

También podría hablar mucho de las obsesiones del capo de la droga Estela Peña, una empleada de un banco de la que él se enamoró en el baile de un pueblo. Dicen que Guzmán lo intentó todo para conquistarla, hasta lanzarle cientos de flores desde una avioneta sobre su casa, pero ni por esas, hasta que el Chapo, harto de negativas, la raptó en un restaurante y, como cantan en los corridos, la hizo suya.

También a él esta querencia por las féminas le ha traído más de un disgusto. Según la policía mexicana, fue detenido en febrero de 2014 porque fue a ver a una de sus esposas, y no debió aprender del error porque, como se ha sabido por la reconstrucción de los pasos del narco antes de su detención, esta última Nochebuena la pasó con su actual esposa, la exreina de la belleza de 26 años Emma Coronel, mientras que una semana después celebró la Nochevieja con la diputada del PAN Lucero Guadalupe Sánchez López, de 24 años. Desde luego no perdía el tiempo porque, al mismo tiempo, el narco contactaba con Kate del Castillo a la que prometió cuidar «más que a mis ojos» hasta que el 8 de enero fue detenido en la habitación de un hotel. Poderoso, rico y sin escrúpulos pero, a fin de cuentas, con un talón de Aquiles de lo más vulgar.

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