El Partido Popular de Monóvar lleva años echando en falta un elemento aglutinador, que actúe de pegamento, entre las diferentes sensibilidades del partido. Esta ausencia es la que le ha impedido conseguir el poder municipal con mayorías.

Nunca ha ganado unas elecciones locales; mientras que europeas, nacionales y autonómicas si lo ha hecho. Las veces que ha accedido a la Alcaldía ha sido con la ayuda del GIMV de Emilio Orgilés y del Bloc Progressista de José Ginés y siempre han acabado como el «rosario de la aurora».

Esta falta de aglutinador-pegamento ha dado lugar a que una parte importante del partido permanezca en «stand by» cuando los que alcanzan el poder interno no son ellos, para volver a conectarse en las vísperas de cualquier elección de candidato, de cargos o configuración de listas.

Ahora se ha creado una Gestora que tratará de unir, e ilusionar a la militancia -al menos eso dicen- de cara al futuro. Pero ¿tendrá capacidad para hacerlo? Porque ésta nace por la acción u omisión de dos personas enfrentadas desde hace tiempo y con sus respectivos ejércitos cubriéndoles las espaldas.

A buen seguro que habrá vencedores y vencidos, con alguna víctima en el camino, y si el poder no llega -el horizonte está lejano- muchos continuarán en «stand by» hasta que lleguen tiempos mejores.