Prisionero al parecer de viejos tics ajenos al nuevo escenario internacional, el Gobierno español está dejándose adelantar por sus socios europeos en el reforzamiento de las relaciones con Cuba tras el deshielo diplomático iniciado hace más de un año con EE UU. En este tiempo, solo se ha registrado una visita oficial del ministro de Turismo José Manuel Soria, a La Habana. Mientras, el presidente francés François Hollande fue el primer jefe de Estado de la UE en viajar a la isla, un detalle que tuvo su correspondencia ayer con el viaje de Raúl Castro a París. Y Alemania, por ejemplo, envió la semana pasada al vicecanciller Sigmar Gabriel para redondear las visitas previas de otros ministros. Esta inacción gubernamental no corresponde con los importantes interesese empresariales establecidos en la isla caribeña que pueden perder el paso frente a la ofensiva de sus competidores.