Acabo de leer en este periódico la siguiente noticia: «Compromís llevará al Consejo Municipal de Igualdad del Ayuntamiento de Elche una propuesta para reconocer públicamente a mujeres que han contribuido a la mejora de nuestro municipio». Y continúa diciendo: «Compromís quiere seguir así una línea a favor del reconocimiento público y de rescatar y visibilizar la figura de mujeres destacadas». Esta iniciativa ya se lleva haciendo algún tiempo, por ejemplo cito los Premios de Igualdad impulsados en la anterior legislatura. Lo que me llama especialmente la atención de esta noticia es que entre las mujeres propuestas figura el nombre de: Gloria Miñana y María Sanchís. Con ello no quiero desmerecer en absoluto al resto, pero a continuación entenderán el por qué.

En los mencionados Premios de Igualdad se contaba con la categoría a título póstumo, con el fin de reconocer a mujeres ilicitanas que ya no están entre nosotros y que tendríamos que tener presentes en nuestra memoria. Yo estaba al frente de la concejalía de Igualdad por aquel entonces por lo que me correspondía a mí elevar cada año una propuesta consensuada a la Junta de Gobierno. Un día, tomando café en la universidad con mi amigo y entonces concejal, Miguel Ors, le pregunté sobre a qué mujeres podría reconocer en esta categoría. Me interesaba mucho su opinión, dado que él es director de la Cátedra Pedro Ibarra de la Universidad Miguel Hernández (UMH) cuyo fin es rescatar la memoria de los ilicitanos. Tras pensar unos breves segundos me dio el nombre de estas dos «fantásticas» mujeres (así es como él las califica). Yo no las conocía, y al preguntarle que quiénes eran, me explicó una bonita historia. «Son las dos primeras mujeres médicos de nuestra ciudad, una de ellas pediatra y la otra analista, muy queridas y provenientes de familias de distinto signo político».

Reconocer simultáneamente a «les dos metges», que era como se les llamaba, representaba poder reconocer la figura de la mujer independientemente de que su signo político coincidiera o no con el del equipo de gobierno, y eso me atrajo de inmediato. Año tras año, planteé esa propuesta pero por distintas razones se decidía que el premio recayera en otras destacadas ilicitanas ya ausentes. Opino que un buen político retoma iniciativas anteriores, independientemente del color de la procedencia de las mismas, siempre que sean buenas para su ciudad. Y un buen político es también quien se alegra de que dicho expediente vea la luz, independientemente de quién lo lleve a buen término. Hoy más de uno estamos muy contentos, pues Compromís hace suya una iniciativa frustrada de una exconcejala independiente del PP, quien recogió a su vez la propuesta de un exconcejal independiente del PSOE.

A mi juicio, todo un ejemplo de normalidad política y buenas prácticas que me ha parecido oportuno destacar, justo en este momento histórico por el que atraviesa la sociedad española. Les deseo que tengan un buen día.