Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Isabel Vicente

François «El glotón»

Por menos, líderes de otro tiempo han pasado a la historia por sus apodos. ¿Se acuerdan por ejemplo de Enrique IV «el Impotente», de Bermudo II «el Gotoso» o de Ramón Berenguer II «Cabeza de estopa»? Creía yo que esto de nombrar a los mandatarios por alguna característica de su personalidad era cosa de otra época, igual que en los pueblos sólo los viejos siguen refiriéndose a «las melonas» o a «los tuertos» para aludir a algunos de sus vecinos. Pues no. Hagan una búsqueda en Google poniendo «glotón desaliñado» y les saldrá nada menos que el presidente de Francia, François Hollande. La cuestión es que estos apelativos no provienen de sus opositores políticos ni de alguna de sus exparejas que quiera empañar el nombre postrero del líder francés, sino de su actual novia, la actriz Julie Gayet, quien describe así a su hombre, tal como se ha reflejado en un libro llamado Julie Gayet, una intermitente en el Elíseo que acaba de ver la luz y que trata sobre la relación más o menos pública de la actriz con el presidente.

En el libro se da cuenta del gusto de Hollande por la comida y se indica que, aunque es remiso a admitir e institucionalizar su relación con la actriz, no se pierde las cenas a las que le invitan habitualmente las amistades ricas y amantes de la buena gastronomía de su compañera sentimental. De hecho, al «glotón» de Hollande se le ve ultimamente con algunos kilillos más que cuando compartía su vida con Valérie Trierweiler y antes con la madre de sus hijos, Ségolène Royal. Quizá, como cuentan los medios franceses, todo se debe a que la familia de Gayet, a la que sitúan con bastante ironía en la denominada «izquierda caviar», siempre ha mantenido una estrecha relación con selectas personalidades de la sociedad francesa como François Pinault y su hijo, propietarios del grupo Kering que distribuye marcas tan elitistas como Yves-Saint Laurent Couture, Gucci o Balenciaga con quienes ahora Hollande se codea habitualmente para cenar. Se ve que el presidente ha conseguido lo que tantos han pretendido sin lograrlo del todo: Pensar de izquierdas y comer de derechas.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats