Reflexionemos sobre las últimas críticas realizadas conjuntamente por la (AVCA) y (AVVAC) Asociaciones de Artistas Visuales y de críticos de Valencia, Alicante y Castellón, que denuncian «la opacidad del concurso de Arte de la Casa Bardin», específicamente la constitución de un comité de expertos para seleccionar las exposiciones que se van a celebrar en la sede del Juan Gil-Albert. Denuncian que este comité de expertos no haya sido «designado por miembros de ambas entidades y de la administración». El actual comité está integrado por cuatro artistas, de diferentes generaciones y concepciones artísticas, plenamente comprometidos con el tejido cultural de la provincia, y cuatro técnicos, profesores de universidad, la mayoría. Algunos de ellos pertenecen a estas asociaciones que hacen la denuncia. Y el que fue presidente de AVCA contemporizó este cargo con su integración en esta mesa durante sus primeros años de vida, la pasada legislatura, pero no salió de su pluma ninguna crítica al respecto, no entendemos esta falta de coherencia. Es indudable que el Gil Albert no se define con transparencia. En lo que respecta a este departamento de arte, durante estos años, la mesa asesora no sabía cuál era su proyecto general, desconocía el presupuesto. Pero dónde están las críticas de estas asociaciones al respecto.
La inclusión de artistas en esta mesa asesora es un logro del sector de las artes de Alicante. Una demanda que el sector realizó en diferentes reuniones, en el Club Información, reuniones abiertas a la ciudadanía, y con las que se consiguió que por primera vez, en décadas, la administración contara con una importante presencia de artistas en sus consejos culturales. Pero, conseguido esto, la cuestión es mucho más compleja, el verdadero problema es que el Gil-Albert sigue sin tener un proyecto cultural publicado, ni un presupuesto, que conozcamos.
Entiendo que la selección de las propuestas para exponer en la casa Bardín puede ser muy ecuánime pues los miembros de esta mesa representan diferentes sensibilidades, y están avalados por sus trayectorias. Pero les animo a que no se queden en mero jurado. Esta mesa de expertos puede establecer las líneas de actuación de un proyecto general, bases por las que, incluso, se pueda convocar un concurso público a partir del cual seleccionar un proyecto realmente coherente y ambicioso para la gestión del arte y la cultura visual en la provincia de Alicante.
Seguiremos haciendo la crítica de la gestión y la crítica de la crítica. Alicante se merece que diferentes voces den su opinión. La verdad no está en manos de ninguna asociación por mucho poder de presión que ostente, sino en todas las voces que trabajan por la cultura de un lugar.
