La responsabilidad social y coorporativa se define como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental, promoviendo la reducción de las desigualdades sociales con el objetivo de mejorar su situación competitiva, valorativa y su valor añadido.

Los primeros antecedentes de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) son del siglo XIX. Pascual preguntó: ¿Dónde está esa RSE de las empresas públicas para devolverle a la sociedad lo que ella le ha prestado? Por ejemplo, los impuestos que ésta ha pagado para impulsar y mantener los servicios públicos reconocidos en la Constitución, como es la educación, la sanidad, el transporte público etc. O la empresa privada, en donde el gobierno o la banca privada le presta a las empresas dinero de los ciudadanos ahorradores.

Pascual, pongamos un ejemplo práctico: educación pública, Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) u otras que debiendo gestionar el dinero público generado por los impuestos que pagamos los ciudadanos y ciudadanas, va y subcontrata los servicios de cafetería, mantenimiento, limpieza, conserjería o construcción, hasta la construcción de la UMH (en donde falleció un trabajador subcontratado, un ciudadano del barrio San Antón), siendo la empresa contratista de Madrid, la que se había adjudicado en concurso la contrata y luego va ésta, y vuelve a subcontratar otra vez. Y ahí es dónde está el meollo de la cuestión, que la UMH gestiona los recurso públicos y no controla la RSE, para que sean los mismos ciudadanos trabajadores que han pagado sus impuestos para que la UMH esté en Elche, paguen el pato, del abuso en sus condiciones de trabajo, contratación en precario, eventual, jornadas y horarios fuera de la jornada pactada en convenios y las categorías profesionales más bajas. ¿Por qué no plantea la UMH en los pliegos de condiciones la subrogación, los derechos sociales conquistados con el esfuerzo de todos y reconocidos a los trabajadores en sus convenios? Y todo ello en base a que en cada concurso público para la nueva adjudicación, se la dan a las empresas que han hecho la oferta más baja, sin preguntarse la UMH el por qué es la oferta mas baja y en qué condiciones van a tener a esos trabajadores, que son los que han pagado sus impuestos, para que respeten los derechos (constitucionales, derecho al trabajo y salario digno, jornada laboral y vacaciones, etc.) que éstos tienen reconocidos en las leyes y para que se presten mejor los servicios. Luego se hablará y se pondrá puntos a la RSE de la UMH, pero fuera de la universidad, o sea, que en casa del herrero martillos de palo, en vez de dar ejemplo se inhibe y da pie a que se juegue con el prestigio de la universidad y de los servicios que ésta da. ¿No te joroba esto, Pascual?.

¿Y en las empresas privadas y marcas, qué? Tres cuartos de lo mismo. Se subvencionan créditos con dinero de los ahorros de los españoles y luego vienen las marcas y subcontratan la producción. No sólo a uno, sino que hay producción que se subcontrata con uno y éste con otro (los nuevos empresarios) y a la vez éste con otro y así se llega ya a la subcontratación en cadena de 4 ó 5. O sea, que las contratas de las empresas, tanto privadas como públicas, pasan ya a la 4ª o 5ª mano. Esto se da en el calzado, la construcción, textil-confección o en las franquicias, haciendo pagar también el pato a los trabajadores, precarizando las condiciones de trabajo, economía sumergida, contratos a media jornada cuando trabajan 12 horas, trabajo a domicilio sin ningún derecho saltándose los convenios colectivos firmados por la patronal y los sindicatos y echándole «con razón» a las marcas, de que como es la 3ª, 4ª o 5ª mano por la que pasa la faena y es cuando estas empresas -y nuevos empresarios- subcontratadas para querer quedar bien con los trabajadores, les dicen que no pueden pagar más, por que estas marcas comerciales no les dan mas margen, ya que trabajan sobre pedido y para acabarlo no importa la jornada diaria, ni los días de trabajo, ni que se den de baja por IT, o que venga un festivo o vacaciones que no se pagan. De ahí que se estén pagando las horas, de media, entre 3, 5 o 7 euros, sean horas extras, trabajo a destajo o incentivos.

Y, por todo ello, Pascual, es por lo que decimos (el dicho popular) como en la mili que repercute y lo paga el más bajo de la cadena, que son los trabajadores, al soldado raso y otra vez surge la misma pregunta: ¿Dónde está la RSE que luego se gastan o invierten o en el deporte y otros menesteres y/o se jactan de ello, de que la están practicando esa responsabilidad? Algunas de ellas recuerdan que daban el 0,7% para temas de cooperación, o aquellas que están esquilmando el medio ambiente, aparte de explotar a los trabajadores, pues cuando contraten prediquen con el ejemplo, cumplan en casa y no tengan la desfachatez de promocionar el deporte, prendas deportivas y elaboren sus productos con el trabajo y la explotación infantil fuera de nuestro país, que es lo mismo que trabajar en nuestro país en la economía sumergida y sin derechos. ¿Hay quien dé más por menos? La RSE no es para presumir de ella, sino, para cumplirla en la empresa pública y privada y devolver a la sociedad lo que te ha dado con sus impuestos. Esta es la mayor. ¿A que sí, Pascual? ¡Pues ya está bien, digo yo! A tomar conciencia toca, por el bien de las empresas, las universidades, sean estas publicas o privadas, de los trabajadores y de los sectores, etc.