La Universidad, a nivel organizativo, se divide en centros y departamentos. Hay distintos modelos posibles y, de hecho, hace unos años la Universidad de Alicante cambió su estructura de centros. En cuanto a los departamentos, la Universidad de Alicante optó por departamentos de tamaño pequeño o medio. Ello ha permitido que la organización funcione de manera razonablemente eficiente (aunque no exenta de problemas, que normalmente se resuelven haciendo pequeños ajustes). Lógicamente, los cambios no agradan a todos por igual, pero es así como las instituciones evolucionan. En todo caso, ninguno de los grandes cambios organizativos ha originado que las decisiones adoptadas por la Universidad se hayan judicializado.

Hace ahora unos cuatro años y medio, fue creado el Departamento de Métodos Cuantitativos y Teoría Económica. Muchos de sus miembros provenían de uno de los pocos departamentos de tamaño medio de la UA. La propuesta fue apoyada por la mayoría en la Facultad de Económicas y Empresariales (donde el departamento se adscribe). Fue avalada por mayoría en la Comisión de Ordenación Académica (en la que todos los centros y departamentos están representados). Y, finalmente, la creación fue aprobada por el Consejo de Gobierno de la Universidad de Alicante. Solo 8 profesores presentaron un recurso contencioso-administrativo contra la Universidad por esta decisión. La Universidad de Alicante ha sido condenada a cambiar su decisión.

Ahora, cuatro años y medio después, un juez ha fallado que dicho departamento debe ser eliminado. ¿Cómo se ha llegado a este veredicto? ¿Dónde queda la autonomía universitaria? Lo cierto es que no se entiende mucho cómo una medida meramente organizativa puede ser objeto de modificación judicial: los demandantes (supuestamente afectados) han seguido haciendo exactamente lo mismo que hacían antes de la creación del nuevo departamento: impartiendo las mismas asignaturas, recibiendo el mismo salario, ocupando el mismo despacho... Incluso han promocionado todos los que estaban en condiciones de hacerlo. Salvo que el servicio jurídico de la UA actuara inexplicablemente de forma deficiente (y, en mi humilde opinión, así fue), no se puede entender que, a partir de información falsa, consiguieran los 8 demandantes que un juez les diera la razón.

Tampoco se entiende qué ganan los 8 demandantes con una sentencia que obliga a integrarse en su departamento a 26 profesores que, según la Universidad, deben estar en otro. ¿Será que no toleran que las cosas funcionen mejor para todos? ¿Será que es la única manera que tienen algunos de imponer sus ideas en la organización?

No voy a entrar en críticas al gabinete jurídico, ni en si la Universidad de Alicante debería haber hecho algo más para defender una decisión que fue apoyada por los diversos órganos colegiados de la misma. Me interesa más el futuro, ya que la desaparición del departamento parece inminente e inevitable. Y el futuro también tendrá que ver con el departamento en el que me voy a encontrar. La sentencia de un juez no permite la existencia del Departamento de Métodos Cuantitativos y Teoría Económica. Quizás es un punto de partida para pensar en una Universidad que opte por un modelo de departamentos grandes, o muy grandes como en la universidades anglosajonas. No me opongo a esta posibilidad. Es más, me parecería una buena opción. Pero hablemos de ello, entremos en un debate, busquemos soluciones y, si las encontramos, seamos capaces de defender nuestros acuerdos ante posibles demandas. Impongamos nuestro modelo, no el que dicten los jueces. La Universidad de Alicante ha perdido el interés en debatir acerca de temas importantes como la posible reestructuración departamental. No se debate tampoco sobre la (im)posibilidad de elegir un nuevo defensor universitario (¿cuántos intentos van ya?). No se debate sobre la posibilidad de llevar los grados a tres años. Ni sobre la carga docente de los trabajos fin de grado que no está reconocida de manera adecuada, un tema en el que todo el mundo está de acuerdo? Básicamente, no se debate.

Es posible que las elecciones a rector, que se celebrarán este año, den lugar a que se reabran los debates. Podría ser sano que hubiera varios candidatos (se da por descontado en el campus que no será así). ¿Es el momento de una rectora? Una de las demandantes insinuó una vez que debería ser rectora de la UA. Tal vez esté a tiempo de debatir sus afirmaciones al juez en público.