Gracias a la magnífica ayuda de mi amigo y vecino José María Moreno «El Comandante», hoy cuento con diecinueve tomos que recogen las cartas y los artículos que los periódicos me han publicado desde que hace cinco años comencé a escribir. Este fin de semana lo he pasado revisándolos todos para comprobar si de las cosas que dije hace años, hoy me debería desdecir o arrepentir. La verdad es que, salvo pequeños matices, me mantengo en todo lo que he escrito. Consecuencia de esa revisión he encontrado un tema que está sin aclarar y que a mí me parece inexplicable, me refiero a la inversión realizada por la CAM en el año 2009 para la compra de Crédito Inmobiliario (CI) en México. Para que el lector entre en materia le explico la operación:

En abril de 2009 la CAM compra CI por 145 millones de euros, pero a continuación y para reforzar su capital invierte otros 50 millones (esta cifra no está clara, unas informaciones hablan de 20 y otras de 100, pero nadie da datos concretos). Al finalizar el año 2009, CI presenta pérdidas por 120 millones de euros, y hasta septiembre del año 2010 perdía otros 26,6 millones de euros, a partir de aquí no ha sido posible por mi parte saber cómo fueron las cuentas ya que no aparece dato alguno por ningún sitio.

Mi primera carta sobre este tema la publicó INFORMACIÓN el 14-02-2011 con el título ¿Qué pinta la CAM en México?, y en ella yo mostraba mi extrañeza de que en el año 2009 cuando toda la banca estaba huyendo del ladrillo, la CAM invertía esa millonada en México. El 07-09-2012 publicó mi carta CAM: México lindo y querido, en la cual yo llamaba la atención sobre el hecho de que en todos los grandes «pufos» inmobiliarios la CAM siempre estaba acompañada de varios bancos y cajas, pero en este estaba sola. En esta carta yo le pedía a la Comisión de Investigación de las Cortes Valencianas sobre la quiebra de la CAM que investigara este tema y hasta me atreví a dictarles las preguntas que debían hacer a los directivos y consejeros de la caja.

Dado que el tema continuaba siendo un secreto y nadie decía nada, el 14-12-2012 INFORMACIÓN publicó mi carta CAM: Ni mi bola mágica sabe lo que pasó en México. En ella yo exponía lo poco que había podido averiguar. El 15-07-2011 aparece en el periódico El Universal de México una entrevista con el director general de CI Tomás Navarro Abad que decía que iban a invertir 2.500 millones de pesos para construir viviendas y a partir de aquí solo aparecen noticias difusas diciendo que CI, para bien de sus acreedores, se liquida perdiendo toda su inversión. De nuevo le digo a la comisión que averigüe quién es Tomás Navarro y que le pregunten qué ha pasado.

Cada vez que escribía alguna carta sobre la CAM sacaba este tema a la palestra y en concreto el 01-11-2013 INFORMACIÓN publicó mi carta Ya somos dos mexicanos, en la cual exponía unas declaraciones de Jaume Guardiola, consejero delegado del Sabadell, diciendo que las cosas que más le llamaron la atención sobre los desmanes cometidos por los anteriores gestores de la CAM fueron «la celebración de una reunión del consejo de administración con más de 60 asistentes en Sao Paulo y las inversiones millonarias que se hicieron en México». Nuevamente le digo a la comisión de seguimiento que averigüe esto.

En los años 2014 y 2015 escribí varias cartas recordando este tema, y le decía a la comisión de seguimiento de la quiebra que llamase a declarar a directivos y consejeros de la CAM para pedirles que enseñaran sus pasaportes para saber quién viajó a México entre los años 2007 y 2010 y que dijesen a qué fueron y quién les acompañó.

Ya estamos en el año 2016 y el tema de CI sigue siendo un misterio. ¿Cómo es posible que en menos de dos años se perdieran cientos de millones de euros y nadie sepa nada? Entiendo al Banco de España que no quiera saber porque tendría que responder a la pregunta de por qué autorizó esa inversión en el año 2009. Entiendo al Sabadell que no se quiere meter en líos porque lo da todo por perdido, pero no entiendo a la Fundación CAM y a los afectados por las cuotas participativas que no hayan hecho nada para trasladar este misterio a la justicia.