Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marc Llorente

Borrajeando

Moncho Panza

Teatro del Mediterráneo

Autor, actor y director: Moncho Borrajo

Sea Golfus hispánicus, Yo, Quevedo o «borrajeando el Quijote» con Moncho Panza, Borrajo es el mismo de siempre con ligeros cambios, como no puede ser de otra forma. Cumple 44 años haciendo de las suyas, que es hacer reír a sus seguidores sobre todo. Entra con el bebé del Congreso. Ve, oye y grita, pero también calla si tenemos en cuenta que acoge la realidad española. Repite bromas, chistes fáciles y clichés con la sal gruesa, sexual y escatológica que define sus actuaciones. Protesta con doblez e ironía. Moncho Borrajo sigue siendo aquél, y su público le alienta y le aplaude en pie tras dos horas y media entregándose a fondo. El IV Centenario de la edición de la segunda parte del Quijote es la excusa para «crear la tercera parte» y soltar la lengua. Se ríe de sí mismo y quiere seguir sorprendiendo. Aporta nuevos ingredientes, reitera, improvisa y se adapta a cada sitio. La Preysler se pasa al teatro y «va a hacer Cinco horas con Mario», dice. Busca la cercanía de los numerosos espectadores y que participen. Saca de su cajón de sastre al franquismo y se dirige hacia hoy pasando por Suárez, Calvo-Sotelo, González, Aznar y Zapatero. Entra poco en materia y arremete contra ciertos personajes con mayor o menor fortuna. Botella, Rajoy, el trío de Podemos, la Infanta... Borrajo borrajea, hace encaje de bolillos sin pausa y cuenta algo de su vida u otras cosas. Encajen o no. Ejerce el cabaretero papel de maestro de ceremonias, con la colaboración de Lucía Bravo, y la tarea de un Pepito Grillo que usa la expresividad de los tacos compulsivamente. «¡Qué bien nos lo estamos pasando, y sin meternos con nadie!», afirma el «tataratataranieto de Sancho». Y le explica a Cervantes cómo va el país. Quiere reírse de los poderosos, de los pijos, de los prepotentes... Borrajo es un niño grande, políticamente incorrecto, y un cómico filósofo que mantiene la fe y la alegría para transmitirlas. Como gobernador, Panza realiza un ingenioso discurso con letras de distintas canciones, e improvisa un tema romántico, hábilmente y con sonido jazz, dedicado a una madura pareja, a la que obsequia la grabación. Hace una sentimental llamada al acuerdo.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats