En política, los peores errores son los que no se reconocen y llevan a descalificar a todos aquellos que demuestran que estás equivocado. Es algo que llevamos sufriendo desde hace años, en particular desde el inicio de la crisis y la imposición de las políticas de ajuste que se han tratado de justificar mediante un autoritarismo insolente que ha despreciado a la sociedad. Y en Alicante, hemos vivido demasiadas batallas como para saber que nunca ha habido victorias definitivas ni derrotas absolutas, sino damnificados.

Todo lo que está sucediendo en relación al cierre del Hotel de Asociaciones de Alicante por el Gobierno del Tripartito de la mano de la concejala de Guanyar, Julia Angulo, demuestra bien a las claras la profunda involución que está viviendo esta fuerza política en tan pocos meses, adoptando y defendiendo decisiones que en el fondo y en la forma están en oposición a sus compromisos electorales; el desprecio y maltrato hacia un buen número de ONG de la ciudad; una actuación autoritaria y una falta de diálogo que dejan al desnudo su talante; mientras se dedican a ofender y descalificar a todos aquellos que se atreven a manifestar una opinión contraria a unas decisiones y maneras más que cuestionables. Un catálogo de errores que dejan al desnudo una manera de entender la política y de decidir que está en las antípodas de ese programa de Gobierno municipal, suscrito por el PSOE, Guanyar y Compromís per Alacant. El propio programa electoral de Guanyar señalaba en su inicio que la «participación ciudadana» es la base del mismo, palabras que se mencionan hasta en 80 ocasiones, junto con un compromiso por el diálogo, el respeto y una nueva manera de gestionar mediante consultas ciudadanas permanentes. Sin embargo, este caso demuestra negro sobre blanco hasta qué punto esta fuerza política liderada por EU es capaz de pulverizar en meses sus compromisos más sagrados de renovación y respeto.

Desde hace más de diez años, cerca de un centenar de asociaciones de interés social de Alicante disponían de una infraestructura para el desarrollo y apoyo de sus actividades llamado Hotel de Asociaciones, un espacio en el que además de contar con despachos, salas de reuniones polivalentes, aulas-taller, salas de lectura, salas de ordenadores, biblioteca, medios técnicos, recepción de envíos, taquillas y personal de apoyo, se les ofrecía asesoramiento técnico y jurídico. Hay que destacar que solo podían utilizarlo ONG de interés social, es decir, aquellas que han obtenido esta calificación del Ayuntamiento mediante un procedimiento en el que demuestran documentalmente la importancia social de su trabajo. Asociaciones como Médicos Sin Fronteras, de enfermos de Huntington, de VIH, de operados de laringe, familiares de enfermos mentales, como el Movimiento contra la Intolerancia, Perifèries, Alicante Accesible o de Familias Adoptantes, por poner algunos ejemplos.

Sin embargo, el pasado 3 de diciembre el Ayuntamiento comunicó por correo electrónico a todas las asociaciones que este Hotel se cerraba y les daba de plazo hasta el 10 de diciembre (con cuatro días de fiesta de por medio) para que comunicaran a la Concejalía de participación sus necesidades, exigiéndoles que sacaran sus cosas antes del 23 (víspera de Nochebuena). Ante la sorpresa por esta decisión unilateral, las asociaciones pidieron por escrito el día 18 de diciembre una reunión urgente con la concejala de Participación y con el alcalde, dado que tenían campañas y actividades comprometidas muy importantes, como recogida de alimentos y juguetes por Navidad.

Este traslado implicaba, por ejemplo, que el cerca del centenar de asociaciones debían modificar su domicilio social, teniendo que celebrar reuniones para acordar en junta directiva el cambio y comunicarlo a las instituciones con las que trabajan, algo que no se hace en días. Mientras, el Ayuntamiento afirma que las trasladará a un local en la calle Serrano donde no caben todas ellas, insuficiente y sin los mismos equipamientos y servicios, que carece hasta de accesos y aseos para discapacitados, cuando hay asociaciones y personas en esa situación.

Pero pasaron los días y las ONG no obtuvieron respuesta alguna, presentando una queja ante el Síndic de Greuges por este maltrato el pasado lunes. Ha sido la mediación del Síndic la que ha obligado a la concejala de Participación a convocar con desgana una reunión con las asociaciones afectadas para la próxima semana, mientras difunde todo tipo de razonamientos para justificar una decisión tomada sin diálogo previo con las ONG que realizan un trabajo social magnífico que, cuanto menos, merece el respeto de concejales y asesores. Además, la medida se justifica desde Guanyar con argumentos llamativos, como el ahorro que representa cuando desde EU llevan años criticando la política de recortes sociales que se viene llevando a cabo, sin dejar de arrojar todo tipo de sombras sobre los trabajadores que atendían estupendamente este Hotel por el grave «delito» de pertenecer a una empresa privada, e incluso llegando a afirmar que son ONG del PP; algo verdaderamente increíble.

Ser incapaz de reconocer un error es garantía de volver a cometer otros muchos. Y si el Gobierno municipal y en especial Guanyar son incapaces de ver el cúmulo de errores que han cometido en este asunto tienen un serio problema.