Confusiones, interpretaciones o mala comunicación, en cualquier declaración pública se dan y se darán, de ahí la labor de la crítica: exponer las cuestiones que han quedado ambiguas en las exposiciones de, en este caso, los políticos en el papel de gestores de la cultura. Pero en todo caso serán los hechos los que nos confirmen o desmientan, si es que se debe aclarar en este sentido, pues de lo que se trata es de analizar la situación de la cultura en Alicante y concretar las mejores soluciones para llevarla a sus más altas cotas de calidad y participación ciudadana. Ese siempre ha sido el objetivo de la crítica, y entiendo que en esto coincidimos todos, políticos, gestores, artistas, críticos... Pero la labor de la crítica es seguir planteando preguntas para obtener la mayor transparencia posible.
A la espera de la constitución del nuevo consejo de cultura, del nuevo patronato del MACA, de las nuevas convocatorias anunciadas para optar a las salas municipales y a sus presupuestos, es el concejal de cultura quien ha decidido la programación cultural para el 2016. No dudamos de su voluntad de cambio y la aplaudimos, pero sin convocatorias abiertas, sin jurados para estas convocatorias, a estas alturas, ya iniciado el año, todo sigue igual, una programación sin tiempo ni posibilidad, por desconocer el presupuesto, para establecer las dinámicas de la producción propia tan necesarias en la gestión del arte. Pero la mayor preocupación es que otro año más Alicante está excluida de los presupuestos de la Generalitat, que ya se han publicado. Y la lectura que el concejal de cultura ha dado a entender, en sus declaraciones, es que no ve la posibilidad de que Alicante pueda acceder a estos presupuestos, a las cantidades que Valencia y Castellón sí acceden sin ningún problema. Y esto sí es preocupante. Seguimos preguntándonos por qué el Espai d´Art de Castelló recibe casi dos millones de euros de la Generalitat y el MACA no, o en todo caso, nos dice el concejal, solo podría esperar 140.000?. ¿Por qué se nos excluye?, ¿quizá porque nuestras instituciones no promueven las bases para incorporarnos en igualdad de condiciones a estos presupuestos? Lo más importante son los hechos: Alicante no está en ningún sitio. Desde la crítica no se busca ni culpas ni culpables, solo la reflexión para concretar soluciones. La única preocupación es la de conseguir los medios económicos para poder realizar una gestión cultural de la importancia que esta ciudad y provincia tienen. Alicante es la cuarta provincia en el PIB, con casi el 40% de la población de toda la Comunidad Valenciana. ¿Por qué esto no se refleja en los presupuestos? Algo no estamos haciendo bien, y el negarlo o no establecer los medios para remediarlo, ¿a quién beneficia? Al cambio, no.
